Las críticas se suceden tras la elección de Merino como presidente de San Marko
GARA |
El pleno de la Mancomunidad de San Marko eligió ayer al alcalde de Errenteria, Juan Carlos Merino (PSE), como nuevo presidente, y a la edil del PNV de Astigarraga Zorione Etxezarraga como vicepresidenta, con lo que ambos partidos recuperan el control de esta entidad después de tres años.
El pleno reflejó la nueva mayoría configurada en esta mancomunidad, que agrupa a diez municipios, después de que un acuerdo entre PSE, PNV y H1! propiciara la destitución de un edil de EB en Lasarte y de otro de la izquierda abertzale de Urnieta, lo que dejó en minoría a los grupos que se habían hecho con la gestión tras las últimas elecciones municipales.
Merino sustituyó al independentista Imanol Azpiroz, quien, con el apoyo de EB y Alternatiba, había apostado por impulsar el método de recogida de residuos ``puerta a puerta'' en detrimento de los sistemas previstos en el Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Gipuzkoa (PIGRUG), que prevé la construcción de una incineradora. La mancomunidad designó también a los nuevos representantes de San Marko en el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa, que serán el concejal donostiarra Denis Itxaso (PSE), Zorione Etxezarreta (PNV) e Imanol Azpiroz, de la izquierda abertzale.
Desde la Coordinadora de Plataformas Anti-Incineración de Gipuzkoa consideraron que el objetivo de Merino va a ser «el entorpecer todo lo posible la extensión de la recogida de residuos `puerta a puerta' para poder justificar de esta forma la incineradora que se ha proyectado en Zubieta». Además, criticaron que haya sido la Ley española de Partidos el instrumento para lograr la mayoría en la mancomunidad.
Desde la izquierda abertzale se denunció que Juan Carlos Merino, poco después de ser elegido, había expulsado a la ciudadanía y a los medios de comunicación de la reunión. «Con la expulsión de personas que tienen todo el derecho a estar y que se estaban portando de una manera ejemplar, y a los medios de comunicación, Merino demuestra cuál va a ser su estilo antidemocrático en este corto mandato que tendrá», manifestaron en un comunicado.
«Merino -añadieron- no quiere ningún testigo para poder dejar a la Mancomunidad de San Marko en manos de la Diputación. Como un cacique no quiere dejar testigos».