Después de que juego y resultados, no siempre de la mano, protagonizasen un arranque esperanzador, las dos últimas derrotas han condenado al Athletic a compartir el centro de la clasificación con equipos que, en su mayoría, darán por bueno poder acabar la temporada sin demasiados sobresaltos.

Creen los rojiblancos que «es pronto» para empezar, con excepciones evidentes, a acotar el campo de batalla de cada uno. Pero también son conscientes de que el tiempo vuela y los errores pesan. Dos podrían explicar, en opinión de Igor Gabilondo, los tropiezos que ha sufrido el Athletic en este arranque liguero. Las ocasiones «que no hemos aprovechado y que habrían cambiado los partidos» y los «momentos» de crisis, que pasan una factura exagerada. «Siempre hay momentos mejores y peores y hay que saber llevar mejor los momentos malos. En estos partidos, no hemos sabido manejar bien la situación en esos momentos malos; hay que intentar llevar mejor esas situaciones en las que te ves presionado por el equipo rival», insistió.

Lo cierto es que los altibajos del Athletic coinciden plenamente con la entidad de los equipos a los que se ha enfrentado: siete puntos de nueve frente a rivales equiparables o teóricamente inferiores, o de nueve frente a rivales de los llamados a estar en la parte alta. Una estadística similar a la de temporadas anteriores, en las que el Athletic se ha visto obligado a masacrar al pequeño para conseguir sus objetivos, vistas sus dificultades ante los equipos de campanillas. Ante los siete equipos que les precedieron en la clasificación la pasada temporada, los bilbainos sólo fueron capaces de sumar dos victorias y tres empates, menos de la quinta parte de los puntos en juego. Un año antes se conformó con seis puntos entre todos sus enfrentamientos con los equipos que acabaron ocupando posiciones europeas, un porcentaje aún menor.

Unos números que, en realidad, no resultan llamativos; entran en la normalidad... de un equipo del montón. Y el Athletic no quiere serlo. El discurso de los rojiblancos ha cambiado esta temporada y desde el técnico hasta el último jugador ha incluido la palabra Europa en su discurso en algún momento.

La clasificación y los números no corroboran ahora mismo la ambición del equipo. Y tampobo lo harán si el Athletic no mejora ante los gallos de la Liga y mantiene la trayectoria ante el resto. Un cero ante los seis mejores conjuntos de la categoría, obligaría a firmar poco menos que el pleno ante el resto de rivales para asegurarse una plaza europea a final de temporada. El salto de calidad que buscan los bilbainos, lo ofrecen los rivales de categoría.

Así que si el Athletic quiere empezar a recuperar terreno, tendrá que doblegar a su próximo rival, un Zaragoza en puestos de descenso, pero tampoco podrá despistarse frente a un Sevilla de regreso en posiciones europeas, una semana después.