Ugaitz Higuero | Ex trabajador de Urmecal
«Me han despedido por hacer uso del permiso legal de paternidad»
Ha sido despedido por hacer uso del permiso de paternidad. Ugaitz Higuero, de 30 años, presentará esta próxima semana una demanda judicial y critica que «las leyes cada vez más favorecen la precariedad laboral, pero, aun así, los empresarios se niegan a cumplir con nuestros derechos».
Juanjo BASTERRA |
Ugaitz Higuero cuenta a sus espaldas con once años de vida laboral activa. Siete de ellos los cumplió en una empresa con un contrato indefinido. El último trabajo lo ha desarrollado en Urmecal, que se dedica al montaje de estructuras metálicas. Está ubicada en el polígono de Boroa, en Zornotza. Tiene unos diez empleados.
El pasado 15 de setiembre nació su hijo y comunicó a la dirección de la empresa su intención de disponer del permiso de paternidad a cargo de la Seguridad Social, pero a la dirección no le sentó bien. A su vuelta, el día 30 tuvo que acudir a la empresa a recoger sus pertenencias y el finiquito. Este joven trabajador se pregunta «qué nos queda a nosotros si cada vez la legislación laboral beneficia más a los empresarios y si, además, para los pocos derechos que tenemos los incumplen».
¿Qué ocurrió para que le despidieran?
El día 15 de setiembre mi pareja rompió aguas y a las cinco o seis de la mañana nos fuimos al hospital. A las ocho llamé a la empresa para comunicarle que iba a ser aita. Al día siguiente, uno de mis jefes me llamó para felicitarme. Un día después me volvió a llamar diciéndome «qué tal todo», y le pregunté qué quería, ya me había felicitado. Me preguntó cuándo iría a trabajar, y dio por sentado que al día siguiente, porque tenemos dos días por paternidad, pero le dije que tenía 13 días más a cuenta de la Seguridad Social. Me lo negó. Hablé con el sindicato LAB y me dijeron que podía disfrutarlo cuando yo quisiera. Le llamé a mi jefe y me dijo tu verás... en un tono de amenaza. Entonces me saltó con que tendrían que contratar a alguien en mi lugar. Le dije que si hay carga de trabajo, era lo lógico. No supimos el uno del otro hasta el 28 de setiembre, cuando me llamó la secretaria para decirme que el día 30 me presentara en el lugar de trabajo para recoger el finiquito.
¿El despido es consecuencia de esa amenaza?
Sí. Porque me dijo por teléfono que la vida es muy dura, que yo vería. No aceptó el derecho que tengo al permiso por unos días por la paternidad. En julio ya le avisé, de todas maneras, cuando preguntó a otro compañero por las vacaciones, que yo las cogería en octubre porque iba a tener familia. Se adelantó el parto, pero estaban avisados.
¿Ha tenido antes problemas?
No. Aunque un mes antes, los tuve. Con mis jefes tenía buena relación. Pero un día me llamaron para recoger un finiquito. Me despidieron. Pusieron una disculpa absurda de que estaban esperando a un contrato con Norbega (Coca Cola) que no llegaba. Me mandaron al paro y después me hicieron otro contrato. Creo que fue para evitar tener que hacerme otro tipo de contratación más estable porque llevaba más de tres contratos de fin de obra.
¿Va a presentar demanda judicial contra su despido?
Sí, la próxima semana se presenta la demanda contra el despido, asesorado por LAB. Además, en los diferentes contratos de fin de obra que me han hecho se ha comprobado que hay irregularidades importantes, porque me han contratado para tareas que ya estaban realizadas. No quiero volver a esa empresa, porque se han portado muy mal conmigo, a pesar de que, incluso, me llevaba trabajo a casa. Es una empresa pequeña, pero había que tirar todos del mismo carro. Sin embargo, había una actitud prepotente por parte de los empresarios cuando les reclamabas tus derechos.
¿A qué se refiere?
La actitud hostil de ellos no es nueva. No han querido reconocer nuestros derechos. Hemos tenido que reclamar que nos pagaran los festivos como festivos, como se fija en los convenios, e incluso nos pagaban la mitad de lo que nos correspondía. No nos pagaban el trabajo nocturno y cuando alguna vez lo hemos reclamado nos han contestado que «si os pago a vosotros, voy a perder dinero». Un compañero reclamó cobrar las horas extras en su totalidad, y le contestaron que «si no te gusta ya sabes, yo no voy a dejar de ganar para que cobres tú». Es clamoroso dónde está el listón de la moralidad de la patronal. No respeta ni los convenios, ni los permisos de paternidad, ni nada. Es una vergüenza.
«Mi hijo nació el 15 de setiembre, pero los responsables de la empresa querían que fuera a trabajar dos días después. Les dije que me acogía al permiso de paternidad y me dijeron que yo vería, que la vida está muy difícil. Así, me dejaron sin trabajo»
«La actitud hostil de los propietarios de Urmecal no es nueva. No pagan pluses del trabajo nocturno, ni de festivos ni las horas extras en su totalidad. Nos decían que no nos van a pagar a nosotros para ganar ellos menos»