Más tarde que nunca por la disputa del reciente Mundial, este fin de semana da comienzo una edición muy especial de la Liga Femenina de baloncesto que tendrá a dos equipos vascos; el Hondarribia-Irun y el debutante Obenasa Navarra, que toma el relevo del mítico CBN y que devuelve al basket de Nafarroa otra vez al máximo nivel.

El punto de partida de ambos equipos es muy distinto y el modo en el que afrontan la temporada también tiene grandes diferencias, ya que las guipuzcoanas tienen todavía el miedo muy metido en el cuerpo tras los problemas para mantener la categoría con los que se encontraron, mientras que las navarras querrán dar continuidad al sueño que las condujo a la máxima categoría.

Pepelu Mujika ha vuelto a Hondarribia-Irun -ya entrenó al Txingudi en su primer año en la máxima categoría- con la clara intención de hacer olvidar las angustias recientes. Confiando en que todas las desgracias se concentraron en una campaña para olvidar, han apostado por dar continuidad al bloque, con tres retoques en la plantilla.

De Forge, cara y cruz

En ésta su octava temporada en la Liga Femenina, Helen Luz y Candy Navarro han abandonado la disciplina bidasotarra, mientras que la grave lesión de rodilla de Anna De Forge -que había liberado una plaza de extracomunitaria gracias a su pasaporte montenegrino- le impedirá jugar durante prácticamente toda la temporada. En su lugar han llegado las estadounidenses Natasha Lacy y Danielle Burgin, así como la veterana Marina Ferragut, que afronta su tercera temporada en Hondartza. También como fichajes se pueden considerar a Jovana Rad y María Revuelto, que apenas pudieron jugar el año pasado por sus graves problemas físicos.

Con un bloque bien armado, la anotación muy repartida entre todas las jugadoras y buenos resultados en pretemporada, Pepelu Mujika entiende que llegan bien preparadas a un arranque de temporada muy complicado, con dos salidas difíciles y recibiendo a dos de las tres grandes favoritas, el Rivas Ecópolis y el Perfumerías Avenida.

En Iruñea, el UNB Obenasa tratará de canalizar la ilusión creada con el ascenso en poner los cimientos para la consolidación tanto del club como del baloncesto femenino.

María Asurmendi y Naiara Díaz cumplirán, por fin, el sueño de jugar con el equipo de su tierra entre las más grandes y de la pasada temporada también continúan la escolta argentina Cecilia Liñera y la letona Dace Cinite, pieza clave para lograr el ascenso. Las nuevas caras del equipo son la base Helena Boada, la escolta Paula Palomares, la pívot Marta García, la ala-pívot Milena Vukicevic y la espectacular pívot americana Kaayla Chones. Tadea Lizarbe, Amaia Araiz e Itziar Arregi serán las exponentes de la floreciente cantera navarra.

Pese al fichaje de la carismática Amaya Valdemoro por el Rivas Ecópolis, Perfumerías Avenida y Ros Casares, que ayer se enfrentaron en la Supercopa, parten como las grandes favoritas al título, con sus plantillas plagadas de internacionales.