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«Hace falta un `lobby' popular por la independencia que trabaje desde ya»

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Txutxi Ariznabarreta
Independentistak

«Queremos que el independentismo salga del armario, y que lo haga vestido de verde». Siete meses después de presentarse en Donostia, esta red convoca una movilización «desobediente» el próximo martes, 12 de octubre, en Iruñea, con el bicentenario de la independencia latinoamericana como enganche y el verde como elemento distintivo. Otro paso en un camino que se inicia.

Ramón SOLA

Los independentistas tienen una cita el martes en Iruñea, en una movilización que aseguran que será diferente y divertida. Se trata de responder a la fiesta del nacionalismo español reivindicando que Euskal Herria quiere recorrer el camino que hicieron hace justo 200 años buena parte de las naciones latinoamericanas. «Ninguna se ha arrepentido de su independencia», recuerda Txutxi Ariznabarreta, uno de los miembros de esa red ciudadana.

El 12 de octubre siempre ha sido jornada de movilización en Euskal Herria, pero este año Independentistak ha sido quien ha cogido la batuta, y ha optado por la independencia de los países latinoamericanos como «leitmotiv». ¿Por qué?

Hay que recordar primero que ésta es una fiesta impuesta por el Estado español, la fiesta de su imperialismo, de la raza y de la Guardia Civil. Frente a ello, proponemos una celebración desobediente. Este bicentenario era una referencia clara, pero añadimos que, igual que aquellas naciones lograron su independencia hace 200 años, ahora es la hora de que empiece el proceso de Euskal Herria: «Guk ere, independentzia».

Aquel proceso queda lejano. ¿Qué lecciones extraen para la Euskal Herria de hoy?

Antes y después de aquel proceso ha habido países y naciones que han conseguido su independencia, y vemos que ninguna se ha arrepentido de ello. Y vemos también que quienes lo impiden son quienes están nadando a contracorriente. La Historia nos enseña que, para seguir existiendo, un país nece- sita un Estado propio. La independencia es una lección de supervivencia. La única forma de ser en el siglo XXI es caminar hacia un Estado propio.

¿Qué importancia concede la red Independentistak a la solidaridad entre los pueblos? ¿Cómo se pueden articular lazos de unión que tengan realmente efectos prácticos?

La solidaridad entre pueblos es indispensable, más aún cuando observamos que en Europa también soplan vientos favorables para la independencia. Tiene que haber relación, colaboración, solidaridad... por ejemplo, con Catalunya. Independentistak estuvo en la reciente Diada y ha contactado con diferentes agentes catalanes; ahora entran en un periodo electoral, pero después seguro que habrá un proceso de relación más intenso. Por proximidad, tanto Catalunya como Escocia son dos referencias claras. Ellos seguramente también están mirando a Euskal Herria, y nosotros lo vamos a hacer cada vez más. En el caso catalán, las similitudes son muchas: falta de Estado, territorio dividido entre dos estados -y a su vez entre diferentes comunidades autónomas-... Y hay un avance del independentismo en las dos naciones. Estos procesos de crecimiento del independentismo se alimentan mutuamente. Más que un acuerdo formal, lo que proponemos son guiños de solidaridad. Luego, ya sabemos que los ritmos de cada país son diferentes.

Junto a Independentistak han comparecido de cara a esta manifestación personas procedentes de Latinoamérica...

Es otro guiño. Dentro de esta movilización desobediente, nos dirigimos a todas las personas que viven y trabajan en Euskal Herria, que se sienten parte de este pueblo y que tienen abiertas las puertas en la futura República vasca. Hay que abrir ese sujeto. En un movimiento vasco mundial por la independencia tienen cabida tanto los que han venido aquí como los vascos que viven fuera. Con Internet y las nuevas tecnologías es más fácil que todos nos podamos conectar.

A algunos la denominación de «marcha verde» para este acto les ha recordado la ocupación marroquí del Sáhara...

Nosotros le daríamos la vuelta al argumento: ¿Por qué vamos a dejar que la denominación de una forma de manifestación así se le regale al colonialismo marroquí? La nuestra es una marcha porque no se trata ni de una manifestación al uso ni de una kalejira, y es verde por el color que utilizamos. Podemos tomarlo incluso como un desagravio al nombre. Por lo demás, está claro que lo del martes es justo lo contrario de aquello: una marcha de descolonización, por decirlo así.

¿Qué tipo de movilización están planteando?

Queremos que los actos de Independentistak tengan su propio estilo y características, que sean más participativos, más alegres, más festivos que lo habitual. Por eso habrá música y otras cosas que no adelantamos por ahora, pero el objetivo es que la gente que acuda a Iruñea pase una tarde agradable y a gusto. Es muy importante que todos se sientan cómodos. Y hemos recibido ayudas, como dos comidas populares que han organizado dos bares de Iruñea (se pueden encontrar en nuestra web). Esto enlaza con otro objetivo de fondo, que es hacer visible el independentismo.

¿Por eso el color verde?

Sí. Llevar algo verde es una forma de participar y, a la vez, de hacerse visible. Creemos que es algo novedoso, interesante y fácil. Queremos que el independentismo salga del armario y que lo haga vestido de verde.

Este año se ha producido un claro auge de la simbología española, tras hechos como la victoria en el Mundial de Fútbol. ¿Qué refleja? ¿Está fuerte el concepto de «hispanidad»?

No. Hay una especie de esencialismo, de vuelta al fundamentalismo: a lo rojo y gualdo, a la bandera... Y eso constata que saben que su proyecto no tiene atractivo y buscan recuperarlo. Frente a la desadhesión en Euskal Herria o Catalunya, la respuesta es agresiva, prepotente, arrogante, y se basa en la recuperación de los viejos símbolos. Es un reflejo de la debilidad. Las jóvenes naciones tienen mucha más fuerza. Su problema es que no se pueden recrear basándose en la libre adhesión ciudadana, al contrario de lo que ocurre con nuestras naciones. No son un modelo democrático.

Al margen de este acto del martes, Independentistak lleva ya medio año de vida. ¿Cómo se está desarrollando?

En realidad, en febrero salimos a la luz sólo para anunciar que estábamos en ello. Luego llegó el Aberri Eguna, en que necesitábamos un contraste social amplio y participativo, y lo conseguimos. También tuvo una lectura propia, no fue un Aberri Eguna más. A partir de ahí, hemos hecho el trabajo de creación de la red, entre el mayor número de personas posible, con iniciativas participativas como «kalejiras verdes», «fotos verdes»... Han servido para que la pluralidad tuviera una praxis, para conocerse y para que el debate necesario en una red como ésta se pueda producir con un nivel de confianza. Ahora ya tenemos un documento base, que se puede encontrar en nuestra web, y el debate está abierto: el día 6 de noviembre se celebrará una conferencia nacional. Por supuesto, animamos a todos los independentistas a que participen en este debate.

Están proliferando tantas iniciativas de unidad de acción (Adierazi EH, Acuerdo de Gernika, Hamaika Bil Gaitezen en Nafarroa...) que puede surgir una cierta confusión. ¿Dónde se sitúa Independentistak en todo este conglomerado?

Tiene unas características propias. Para empezar, es una red, no un movimiento organizativo tradicional, y en parte es así para minimizar los gastos de mantenimiento y para que la mayor parte de las energías existentes vayan destinadas al objetivo de la independencia. También es plural, caben todas las sensibilidades. Y trabaja para la independencia, por lo que se trata de una iniciativa estratégica, que no obedece a un momento político concreto.

Habrá quien piense que la independencia no deja de ser un objetivo utópico mientras no se resuelva el conflicto y se levanten los actuales vetos. ¿Qué prioridad tiene entonces la labor que proponen?

Dejar la independencia para otro momento no es una buena manera de plantear el tema. Desde Independentistak vemos con buenos ojos todo lo que sirva para crear un nuevo escenario, pero no podemos postergar este trabajo. Además, tenemos claro que en Euskal Herria hay espacio suficiente para hacerlo. Es importante crear un lobby popular por la independencia que actúe desde ya. Y es responsabilidad de todos los independentistas concitar todas las voluntades posibles para avanzar. De alguna forma, lo que estamos consiguiendo es que el concepto de independencia pase de un espacio utópico al debate real. Los próximos tiempos van a ser decisivos. Y hay otra cosa que apuntar: la alternativa a la independencia es la asimilación, y la asimilación no espera, sino que opera día a día. Por eso los independentistas debemos actuar también desde hoy.

 

AMÉRICA

«Una de las lecciones de este bicentenario es que ninguna nación que haya accedido a la independencia antes o después se ha arrepentido. Quienes lo impiden son los que están nadando a contracorriente en la Historia»

EUROPA

«Por proximidad, tanto Escocia como Catalunya son dos referencias claras. Seguramente ellos también están mirando a Euskal Herria. Estos procesos de crecimiento del independentismo se alimentan mutuamente»

Ente privado

«La Constitución española establece que ninguna confesión tendrá carácter estatal. Eso significa que la Iglesia no tiene carácter de corporación de derecho público; es un ente privado», remarcó el profesor Alejandro Torres.

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