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La crisis y las miras electorales centran el debate sobre el estado de Nafarroa

La crisis económica ocupó la mayor parte del debate parlamentario sobre el estado de Nafarroa y aunque todos los grupos, salvo UPN, criticaron la gestión del Gobierno de Miguel Sanz, sus intervenciones reflejaron que ya tienen puestas sus miras en las próximas elecciones. Pese a hacer una crítica generalizada a la acción del Ejecutivo, Roberto Jiménez (PSN) dejó claro que sigue «con la mano tendida a UPN».

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Iñaki VIGOR |

Más que por el contenido en sí de las intervenciones de los distintos grupos, previsibles en sus líneas generales, el debate parlamentario de ayer había generado expectación (una veintena de medios de comunicación cubrió el acto) porque se trataba del último de la era de Miguel Sanz (lleva 15 años al frente del Ejecutivo) y el último antes de los próximos comicios autonómicos. Este ambiente preelectoral se notó también en los asientos reservados a los invitados, desde donde Yolanda Barcina y Santiago Cervera, cabezas de lista de UPN y PPN, respectivamente, siguieron buena parte de la sesión plenaria.

Miguel Sanz abrió el debate con la lectura de un discurso que se prolongó durante cien largos minutos. En una intervención plagada de datos comparativos con otras autonomías, el presidente del Gobierno llegó a la conclusión de que Nafarroa «es la comunidad española que mejor está superando la crisis económica». Y, tras asegurar que ya ha pasado «la fase más aguda de la crisis», atribuyó a su Ejecutivo y al apoyo del PSN el mérito de que Nafarroa tenga hoy en día una economía que calificó de «solvente».

De cara a lo que resta de legislatura, el dirigente de UPN pidió al PSN, a los empresarios y a los sindicatos UGT y CCOO que continúen en su actitud para afrontar la «post-crisis» y «no quedarnos embarrados en el exiguo crecimiento».

Reproches de Zabaleta

El portavoz de la segunda fuerza parlamentaria, Patxi Zabaleta, criticó de forma rotunda la intervención de Sanz, tanto por lo que había dicho como por lo que había evitado decir en su largo discurso.

Primero en euskara y después en castellano, el portavoz de NaBai le recordó que en el debate sobre política general del pasado año priorizó las medidas contra la crisis, el pacto contra ETA y la modificación del Amejoramiento del Fuero, al tiempo que hizo un balance «negativo» de la gestión del Gobierno de UPN en esos tres ámbitos.

Zabaleta también reprochó a Sanz que en toda su intervención no había hecho ni una sola mención al euskara, al proceso de paz, a la normalidad política, a las transferencias pendientes ni a la política fiscal.

«Cuando se vaya UPN, tenemos el riesgo de tener 50.000 parados en Nafarroa. Ésa es la primera preocupación de NaBai», añadió Zabaleta, al tiempo que acusó al Gobierno de no haber dado una respuesta a la crisis y de «poner obstáculos» a la consecución de la paz.

En este sentido, remarcó que hoy en día «la normalización política es más necesaria que nunca», y criticó que las encuestas del denominado «navarrómetro» no incluyan a la izquierda abertzale ilegalizada.

«No sólo el Gobierno de UPN está agotado, sino también su modo de hacer política, porque la sociedad navarra quiere que se garanticen los derechos civiles y políticos», agregó.

A modo de resumen, Zabaleta dijo que Sanz había pronunciado «un discurso decepcionante y frívolo, carente de rigor y ofensivo para los 42.000 navarros que están en el desempleo». Además, le recordó sus «loas y alabanzas al PSN en al menos cinco ocasiones».

Reconocimiento del PSN

El siguiente orador en intervenir fue el portavoz del PSN, Roberto Jiménez, quien precisamente comenzó su alocución con un «reconocimiento al esfuerzo de Miguel Sanz» en los quince años que ha ejercido como presidente del Gobierno navarro.

Jiménez afirmó que su partido sigue «con la mano tendida a UPN» y le recordó que en Nafarroa ha habido «estabilidad institucional» gracias al PSN. «UPN ha llegado con nosotros no por convicción, sino por necesidad. Ya veremos en el futuro», matizó. También le reclamó «un poco más cariño» para el euskara, siguiendo la máxima de «no imponer, no impedir», y pidió «no pensar en las elecciones cuando aún estamos en crisis», recordando a este respecto la existencia de 41.000 personas en paro y de 4.000 familias que cobran la renta básica.

En nombre de CDN, José Andrés Burguete calificó el discurso de Sanz de «decepcionante y autocomplaciente», y le acusó de querer presentar una «Arcadia feliz» mientras está aplicando «miméticamente» en Nafarroa «los recortes y retrocesos sociales» del Gobierno de Rodríguez Zapatero.

El portavoz de CDN -anterior socio de UPN- dijo que la responsabilidad de esta situación no es sólo del Ejecutivo de Miguel Sanz, ya que ha contado para su ejecución con el PSN, «su socio preferente».

Ion Erro (IUN) cerró el turno de intervenciones con una alusión a que «la inmensa mayoría» de los entrevistados ayer en un periódico navarro «no espera nada de este debate parlamentario».

Erro mostró su rechazo a la «pasividad y resignación» de Sanz frente a la crisis económica, pero también tuvo duras críticas hacia el PSN por «rechazar las propuestas progresistas y apoyar a la derecha».

En alusión directa a la intervención de Roberto Jiménez, el portavoz de IUN dijo que se sumaba al principio de «igualdad de oportunidades» y le pidió que se oponga a la reforma laboral impulsada por su partido.

Entre otros datos significativos, Erro dijo que «el Gobierno de UPN va a dejar a Navarra con 25.000 parados más desde que empezó esta legislatura», y advirtió de que en estos momentos «hay riesgo de exclusión social de más del 25% de la población navarra».

La jota de Sanz y la invasión de 1512

Miguel Sanz llegó temprano al Parlamento para afrontar el último debate del estado de Nafarroa como presidente del Gobierno, y lo hizo animado e incluso con humor, ya que no dudó en entonar ante los medios de comunicación una jota alusiva al «todos queremos más y mucho más».

Posteriormente, en un momento de su discurso hizo alusión a los actos organizados para 2012 a fin de celebrar el 800 aniversario de la Batalla de las Navas de Tolosa y el 500 aniversario de «la incorporación de Navarra al reino de España». Algún parlamentario le corrigió diciendo que había sido una «invasión», y entonces Sanz matizó: «Bueno, la invasión. Éstos son conceptos que caen en el ámbito de la interpretación de cada uno».

Tras la sesión de ayer, hoy concluirá el pleno de política general con el debate y votación de 120 propuestas de resolución presentadas por los distintos grupos: 18 de UPN, 45 de NaBai, 26 de PSN, 14 de CDN y 17 de IUN. Cada una de estas propuestas se votará de forma separada, por lo que se prevé una larguísima sesión. I.V.

La izquierda abertzale ve necesaria una alternativa «integral» a UPN

«Nafarroa necesita una alternativa integral, un plan de rescate en lo económico, en lo político y en lo institucional». Así lo manifestaron ayer Xanti Kiroga y Fermín Irigoien en nombre de la izquierda abertzale, fuerza que fue excluida del Parlamento navarro mediante la Ley de Partidos aprobada en Madrid.

Irigoien y Kiroga señalaron que el debate sobre el estado de Nafarroa ha venido marcado por este veto y por los movimientos de calado que vienen sucediéndose «tanto en el bloque españolista como en el espacio de izquierdas y abertzale», así como por la «irresponsable respuesta» que los gobernantes vienen dando a la crisis «a costa de la clase trabajadora».

Tras mostrar su convencimiento de que existen «condiciones suficientes para conseguir el cambio político y social», los miembros de la izquierda abertzale criticaron la posición del PSN, del que dijeron que «ha dado estabilidad a un modelo ya caduco».

También constataron que este grupo está «totalmente debilitado y es incapaz de marcar un rumbo propio desde y para Nafarroa», ya que está «plegado a los intereses de Madrid» y sus líderes «no tienen ninguna capacidad ni credibilidad para lograr acuerdos».

En referencia a la derecha españolista, dijeron que la readecuación de su estrategia política viene determinada por el «nerviosismo» ante la apertura de un nuevo ciclo. «A la era post-Sanz y la división de UPN-PP -indicaron- debe unirse la apertura de una nueva fase en el conjunto del país que incide directamente en la situación de comodidad que han tenido estos últimos años».

Respecto a la crisis económica, afirmaron que «se ha visto agravada por la actuación deplorable y mezquina del Gobierno de Nafarroa, que ha facilitado a las grandes empresas el despido por cientos», y advirtieron de que el acuerdo en Madrid entre PSOE y PNV va a suponer «nuevos recortes» de servicios sociales, sanidad pública y en el ámbito del euskara.

Frente a ello, remarcaron «la necesidad de configurar el espacio alternativo para confrontar democráticamente con la derecha y quitarles la hegemonía en Nafarroa». En esta línea, se mostraron dispuestos a alcanzar «acuerdos más ambiciosos, que superen el corsé electoral que ciertos sectores pretenden mantener, y fortalezcan un movimiento amplio a favor del cambio político y social».

«El final de la era Sanz debe ser el inicio de una nueva andadura hacia un modelo alternativo», concluyeron. GARA

120 resoluciones

El debate sobre política general concluirá hoy con la votación de las 120 resoluciones presentadas por los cinco grupos de la Cámara. Aunque se aprueben, su valor es sólo simbólico.

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