La Copa del Mundo de Esquí Alpino, la competición anual sobre nieve que tradicionalmente se celebra entre finales de octubre y principios de marzo, arranca hoy en la estación austriaca de Sölden con el eslalon gigante en categoría femenina, que dará paso mañana al masculino.

Lindsey Vonn se ha llevado a casa los últimos tres globos de cristal, trofeo que se llevan los ganadores. La campeona olímpica del descenso vuelve a aparecer en las páginas deportivas después de copar otras portadas, ejercer ocasionalmente de actriz o prestarse a algún cameo en su serie favorita.

A sus 26 años, Vonn es la estadounidense que más veces ha subido al podio en este certamen (63, 33 de ellas como ganadora). Velocista nata, en 2010 además de reinar en la general conquistó los trofeos en descenso, super gigante y combinada.

La alemana Maria Riesch será de nuevo una de sus grandes rivales, aunque como oriunda de Garmisch-Partenkirchen quiere llegar al Mundial de su ciudad en las mejores condiciones.

Con la frescura de los 19 años, Lara Gut competirá en las cinco disciplinas y apunta alto. La suiza deja atrás una temporada en blanco, tras superar una luxación en la cadera previo paso por el quirófano. Mauro Pini, responsable de su equipo, dijo a la agencia AFP que la doble medalla de plata en el Mundial de 2009 «está preparada física y técnicamente. Ahora habrá que ver como maneja sus emociones, la adrenalina y el ritmo de una apretada agenda».

En los pronósticos de masculinos se mueven los habituales. Dos dobles campeones: el estadounidense Bode Miller (2005-2008) y el noruego Svindal (2007-2009); el austriaco Benjamin Raich (2006) y el suizo Carlo Janka (2010). Aún resiste el suizo Didier Cuche y ha vuelto Palander, tras dos años y medio pagando las consecuencias de sus lesiones.

De la Cuesta aguarda su turno

Paul de la Cuesta, único vasco en la competición, no estará mañana en la cita austriaca. El donostiarra comparte preparación con Ferrán Terra, el esquiador catalán con el que se jugará la única plaza que tiene la Federación española en la Copa del Mundo. En esta ocasión, el turno será para Terra.

Ya lo adelantaba De la Cuesta a GARA hace unos días. «Haremos prueba de clasificación en cada prueba. Yo sinceramente para Solben no meo veo. Igual prefiero tener unos días más de entrenamiento». Su estreno podría ser en el descenso en Lake Louise (Canadá), el último fin de semana de noviembre.

Anda ocupado en adaptarse al nuevo material, porque ha cambiado de marca: «La verdad que bien, el material es muy bueno porque es el que llevan los mejores. Poco a poco me estoy encontrando mejor y a ver cómo se plantea la temporada. He cambiado la táctica y todavía necesito un poco más de entrenamiento. Hay que ver cómo estoy, cómo voy evolucionando con los esquíes y qué resultados hago en las primeras carreras. En función de eso se decidirá a que pruebas voy».

Acompañados por dos entrenadores, el preparador físico y algún técnico, parece mucha gente para dos deportistas aunque Paul lo explica así: «La intención es separarnos un poco. Ferrán va a hacer el circuito de velocidad y yo el de gigante, por eso tenemos dos entrenadores».

Se ha ejercitado esta semana en la estación suiza de Saas Fee, un lugar idílico para tomarse unas vacaciones de las que escasean en su agenda. Tras los Juegos de Vancouver'2010, descansó tres días en casa y se fue a correr Copa de Europa a Italia. Su temporada terminó en abril y las tres semanas de asueto las dedicó, según confiesa, a sus estudios de odontología, carrera universitaria que afronta como puede dadas las circunstancias.

Invierno permanente

Los esquiadores viven un eterno invierno. Se ha pasado el verano entre la ciudad argentina de Ushuaia (Andes), la estación alpina francesa de Les Deux Alpes, y la de Hinterstoder (Austria). De momento va y viene a casa al término de cada concentración. En noviembre se desplazará a Canadá por espacio de tres semanas.

Su principal objetivo está en Garmisch, que repetirá como sede mundialista tras albergarlo en 1978, cuando De la Cuesta no había nacido. La estación bávara es destino habitual también para amantes del snow y el senderismo. «No conozco las pistas, no he estado nunca, pero me han hablado bien», adelanta este donostiarra que buscará seguir mejorando en el gigante, el supergigante y el descenso.