Estado de máxima alerta en Haití para frenar la propagación del cólera
Las autoridades de Haití han decretado el estado de máxima alerta para frenar la propagación del cólera ante el temor de que el brote que podría haber causado ya más de 150 muertes y afecta a cerca de 1.600 personas en el norte y este del país alcance los campos de refugiados que acogen a los supervivientes del devastador terremoto de enero. Los hospitales locales están colapsados y los enfermos esperan a la intemperie.GARA |
El presidente de Haití, René Préval, manifestó ayer que el brote de cólera ha provocado al menos 156 muertes -entre 118 y 140, según otras fuentes- en el norte y este del país y anunció que su Gobierno está tomando las medidas pertinentes para tratar de frenar la propagación de la enfermedad. Sobre todo, las autoridades tratan de evitar que se extienda a los campamentos de refugiados instalados tras el terremoto del 12 de enero, que mató a más de 250.000 personas y dejó a 1,2 millones sin techo, donde siguen viviendo hacinados decenas de miles de haitianos.
«Puedo confirmar que es cólera», señaló Préval, mientras funcionarios de salud se enfrentaban a la mayor crisis sanitaria en la empobrecida Haití tras el devastador seísmo. Las autoridades sanitarias cifraron en alrededor de 1.600 el número de afectados, sobre todo en Artibonite (norte) y Mirebalais (este), cuyos hospitales siguen recibiendo enfermos afectados de diarrea, fiebre aguda y vómitos, muchos al borde de la muerte por deshidratación.
Los hospitales locales se encontraban ayer saturados y ese colapso, del que dieron cuenta varias agencias, obligó a los angustiados enfermos a quedarse a la intemperie en los aparcamientos y en el exterior de los centros sanitarios, como fue el caso del hospital Saint Nicholas, en Saint Marc, y aguardar durante horas a sus puertas para recibir asistencia.
Confirmada la epidemia de cólera sin que el país se haya recuperado del terremoto, las primeras medidas de urgencia adoptadas han sido el aislamiento de los enfermos para evitar el contagio, pero la falta de espacio está obligando a personal médico y organizaciones humanitarias a atender a los pacientes en el mismo suelo.
«Responden bien al tratamiento, pero no podemos enviarlos a casa para evitar la propagación de la enfermedad», afirmó el doctor Yolaine Suréna, enviado del Gobierno, que pidió a las organizaciones internacionales el suministro de 500 camas para atender a los enfermos que siguen llegando. Sin embargo, la radio local aseguraba que los enfermos estaban muriendo en zonas remotas sin poder llegar a los hospitales.
Las autoridades decretaron el estado de máxima alerta ante la situación de «urgencia sanitaria» en la que se encuentra la isla y su ministro de Sanidad, Alex Larsen, recomendó a los ciudadanos que se laven regularmente las manos, que no coman verduras crudas y hiervan todos los alimentos en agua potable, así como que eviten bañarse en ríos y beban su agua.
«Esta enfermedad es muy peligrosa -aseguró el ministro-. Puede matar en tres horas, porque una vez que empieza la diarrea, no para».
El cólera es una dolencia muy contagiosa que puede matar en horas por deshidratación, afecta ante todo a los pobres y es señal de miseria y subdesarrollo. Es una infección intestinal provocada por la falta de higiene y contaminación de agua y alimentos que causa diarrea y vómitos.
El Ministerio de Salud Pública de la República Dominicana reforzó ayer los controles sanitarios en la frontera con Haití. Ordenó aumentar la dosis de cloro del agua que suministra a la población en la zona fronteriza para evitar la aparición de casos en ese territorio.
El ministro haitiano de Salud, Alex Larsen, confirmó que en su país hay una epidemia de cólera «del tipo más peligroso». Precisó que se trata de una cepa de cólera tipo 01, una variante que está en el origen de la mayoría de los brotes de esta enfermedad en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, este organismo ha anunciado que realizará más pruebas antes de confirman la presencia de este virus en el centro de la isla, a pesar de que análisis bacteriológicos rápidos para detectar la presencia del cólera dieron «positivo».
La causa del brote se atribuye al río Artibonite, infectado de cólera, una arteria que cruza el centro rural de Haití y que utilizan miles de personas para sus actividades diarias como lavar y cocinar. No es un área directamente afectada por el terremoto de enero, pero miles de refugiados llegaron allí y viven en condiciones higiénicas precarias, por lo que la mayor preocupación es la velocidad con la que se ha extendido el brote.
La Cruz Roja de EEUU dijo que la situación era complicada, mientras que otras ONG que participan en el suministro de asistencia médica a las víctimas de este brote la calificaron de «caótica» y señalaron que el impacto de la enfermedad no conoce precedentes similares desde hace décadas, informó Europa Press.
«La sospecha es que la fuente es el agua contaminada del río, dado que la mayoría de los casos se dieron en un área que se extiende desde el centro-norte al noroeste de Haití a lo largo del río Artibonite. Se instaló un cordón sanitario alrededor de la región afectada para tratar de contener la expansión de la enfermedad», señaló la Cruz Roja estadounidense. GARA