Reconciliación con palmas y goles
Fue una de las mejores actuaciones de los de Camacho que se recuerda en El Sadar, y llegó en el mejor momento ante un rival muy peligroso fuera de casa y con un ambiente enrarecido en el entorno rojillo. Los iraníes y Juanfran fueron las estrellas de la tarde.
OSASUNA 3
MÁLAGA 0
Natxo MATXIN
No era tan fiero el lobo como lo pintaban. O, al menos, no con el marcador en contra. Osasuna lo bordó con un fútbol de categoría ante un Málaga que no supo sobreponerse al inocente y madrugador penalti de Manu Torres. La jugada marcó el devenir de la tarde, les dio el poso y la confianza necesaria a los anfitriones para saberle jugar a uno de los mejores conjuntos a domicilio y les restó toda mordiente a los malagueños, cuyas mejores ocasiones llegaron en el descuento, un dato significativo.
Fue, además, una jornada para forjar reconciliaciones. La que llevaban tiempo queriendo fraguar grada e iraníes. Nekounam y Masoud firmaron sendas actuaciones serias y completas, y la afición las recompensó con un aplauso generalizado ante el cambio del primero. Los dos marcaron, fueron protagonistas en buen número de lances, tanto ofensivos como defensivos, y aportaron calidad.
Y, por extensión, la que quedaba pendiente con el resto del equipo tras el mal sabor de boca que dejó el empate de hace quince días ante el Levante. Posteriores declaraciones y contradeclaraciones habían generado un clima inhabitual en el entorno rojillo que cabe esperar quede ahora finiquitado tras la cerrada ovación del final del en- cuentro y la correspondencia de los jugadores hacia su público desde la parcela central.
Lo cierto es que El Sadar vivió ayer una de esas inusuales situaciones en las que todo sale a pedir de boca. Goles, jugadas de mérito, dominio sobre el contrario, consistencia defensiva manteniendo la portería a cero... hasta incluso un buen arbitraje. La parroquia rojilla incluso se puso de pie en varias oportunidades mientras las palmas echaban humo. Desde luego, algo no muy habitual en los últimos tiempos.
Todo rodaba a la perfección: Partido muy peligroso que se encarrila a los dos minutos, líneas que se mueven como un acordeón, sin dejar el más mínimo resquicio al contrario, triangulación del balón con fluidez y desparpajo, y poderío en el juego aéreo y directo. Vamos, lo que todo entrenador espera de los suyos a partir del pitido inicial.
Juanfran, el mejor bailarín
Y en esa coordinada danza, un bailarín a destacar: Juanfran. El de Crevillente, desaparecido en algunos partidos anteriores, pareció echarse el equipo a la espalda en la faceta creadora ante la ausencia de Camuñas. Partícipe activo en los dos primeros goles -provocó la pena máxima y dio la asistencia de la segunda diana-, sólo le faltó anotar a él, pues siempre que lo intentó se encontró enfrente a Golotto.
Por ser redondo el día, lo fue hasta para Aranda. Sin pelos en la lengua, el malacitano no se había cortado días atrás en reflejar su malestar por haber sido cambiado con música de viento, una situación diametralmente opuesta a la que disfrutó ayer, premiado con palmas por su trabajo y puntería.
Fue como si Plasil -el ex rojillo estuvo en el palco- hiciera las veces de talismán para sus antiguos compañeros, disfrutando del mejor encuentro de la temporada de los dirigidos por Camacho disputado hasta el momento. Una buena coyuntura para afrontar el primer round de la competición copera y la demostración de que el fútbol es lo más parecido a una montaña rusa.
Como es habitual en él, ni cuando pierde ni cuando gana el técnico rojillo, José Antonio Camacho, expresó mayor emoción que la de reconocer que su equipo había realizado un «gran partido» tras derrotar de manera contundente al Málaga. «Lógicamente cuando se gana la gente disfruta más -argumentó el de Cieza-, hoy el balón ha entrado y el día del Levante, no», reflejó para distinguir entre el partido jugado ayer y el de hace quince días.
El preparador osasunista no vio mayores diferencias entre ambos encuentros, aunque para el míster local lo más importante «fue que al Málaga no le permitimos que tuviera metros, no debía ser de ida y vuelta, nuestra obligación era estar ordenados y que ellos empezaran a mover el balón desde atrás». El objetivo se consiguió, entre otras cosas gracias al prematuro penalti que cometió Manu Torres sobre Juanfran.
Camacho destacó que sus pupilos habían controlado por completo el choque, trenzando jugadas de mucha calidad, entre las que destacó la de Juanfran en el minuto 33, «que si llega a meter gol, se cae el estadio». Asimismo, se refirió a la actuación de la dupla iraní, de quienes dijo que «saben qué entrenador tienen y que no hay ningún problema, pero quizás en sus puestos tienen ahora más competencia que otros años».
Por su parte, el entrenador del Málaga, Jesualdo Ferreira, dejó claro que sus jugadores no habían tenido «capacidad mental» para afrontar el envite, máxime después de encajar el primer gol a los dos minutos. «Veníamos para hacer un partido duro porque Osasuna es muy fuerte físicamente, pero todo el equipo ha estado bastante mal», indicó. «Aunque no hemos bajado los brazos, sí con un 2-0 a los 36 minutos ya hemos visto que era un resultado díficil de recuperar y no hemos tenido capacidad de reacción como en otras ocasiones», insistió. N.M.
El equipo juvenil de División de Honor se impuso en Logroño (1-2), mientras el de Liga Nacional sólo pudo empatar (1-1) en Tajonar ante el Tudelano, el único borrón de la cantera rojilla. Los dos conjuntos cadetes ganaron -el A frente al Lagunak y el B ante el Ardoi-, al igual que los infantiles, contra Uharte y Sanduzelai.