Representantes de la plantilla de Osakidetza de LAB, encabezados por Begoña Tabera y el responsable de Salud Laboral, Ibon Zubiela, denunciaron ayer en Bilbo «la pasividad y la falta de transparencia» de Osakidetza por «la forma de abordar el grave problema del amianto» que se encuentra en las instalaciones hospitalarias de la red sanitaria pública vasca.

LAB sostiene que el mineral cancerígeno se encuentra «más allá del Hospital de Cruces», aunque dos trabajadores -Javier Rojo, trabajador del servicio de mantenimiento, y Begoña García Eguiluz, auxiliar administrativa en Cruces y en San Eloy- fallecieron entre mayo y julio de este año a consecuencia de mesoteliomas pleurales provocados por la inhalación de fibras de amianto.

A juicio de LAB, la gravedad de este problema radica, además, en que son las instalaciones hospitalarias las que cuentan con el mineral cancerígeno y se desconoce, «después de que se prohibiera el uso y comercialización del amianto en junio de 2002», dónde se encuentra para poder sustituirlo y evitar el contagio para la plantilla. Ocurre eso en la red sanitaria que se supone que debería de velar por la salud no sólo de los pacientes, sino de su propios empleados.

LAB afirma que han solicitado la creación de grupos «multidisciplinares de seguimiento de amianto» y destaca que se han realizado catas en diferentes centros sanitarios para conocer la existencia de amianto «pero la dirección no ha informado al detalle del desarrollo de esa investigación».

LAB denuncia a Osakidetza «porque ha comenzado a actuar demasiado tarde», en realidad meses después de que se le desarrollara el cáncer al ex trabajador Javier Rojo. Pero la central sindical también critica que «está tardando demasiado» en la puesta en práctica de medidas de prevención, a la vez que denuncia «la falta de información a la parte sindical» y «de medidas adecuadas para hacer frente a los daños ya producidos». El sindicato abertzale rechazó «la grave actitud de las mutuas, en el caso concreto del Hospital de Cruces, de Mutualia por su negativa a reconocer el rigen laboral de estas patologías» y por sus continuas trabas».

En este caso, exigió a Osakidetza que cree esos grupos de seguimiento del amianto y que «adopte las medidas adecuadas para evitar que el amianto genere daños para la salud de los trabajadores y los pacientes». Para ello, reclama un plan integral de desamiantado de toda la red sanitaria para evitar que cause más daño a la salud.