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Tras la última operación policial

El detenido Egoi Irisarri fue llevado a Urgencias por golpes en los testículos

La última redada vuelve a dejar denuncias de torturas, y con un caso especialmente grave. El movimiento pro-amnistía difundió ayer que uno de los jóvenes, Egoi Irisarri, tuvo que ser llevado a Urgencias después de recibir «numerosos golpes en los testículos». Asegura que los policías sa- bían que anteriormente sufría una infección de orina. Añade que el fiscal ha ordenado que se investigue su denuncia. El resto también han referido golpes o «la bolsa».

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GARA | DONOSTIA

Trece de los catorce jóvenes detenidos en la última redada están en prisión, y desde allí han explicado que de nuevo se han producido maltratos y torturas en esta última operación, ejecutada esta vez por la Policía española. Según difundió en la mañana de ayer el movimiento pro-amnistía, el caso más preocupante es el del joven de Iruñea Egoi Irisarri, hasta el punto de que el fiscal ha ordenado que se investigue su denuncia.

Explica que el joven sufría antes de su arresto una infección de orina. «Conocedores de ello, [los policías] le propinaron numerosos golpes en los testículos, hasta que al final tuvo que ser llevado a urgencias», indica el movimiento pro-amnistía. Irisarri dio cuenta de lo ocurrido tanto al médico forense como al juez instructor del caso, Fernando Grande-Marlaska, tras lo que la Fiscalía ha optado por iniciar una investigación.

El propio Grande-Marlaska había rechazado anteriormente la petición de habeas corpus interpuesta para que los jóvenes pasaran a disposición judicial cuanto antes, así como la adopción de otras medidas para evitar torturas. Ya en la mañana del domingo, los familiares expresaron su alarma por su situación y por la falta de noticias. Entonces llevaban ya dos días y medio incomunicados. Finalmente, permanecieron más de tres días en los calabozos de la Policía española, y varias horas más incomunicados en la Audiencia Nacional, a la espera de pasar ante Grande-Marlaska.

De nuevo «la bolsa»

Los jóvenes han explicado que en este periodo han sufrido maltratos físicos y sicológicos, entre los que destaca de nuevo la aplicación de «la bolsa» para dejarles sin respiración. El movimiento pro-amnistía da cuenta también de que han padecido golpes y amenazas continuas.

Además del caso de Irisarri, se sabe que a consecuencia del paso por comisaría otro detenido, Imanol Beristain, tiene un gran hermatoma en la zona de las costillas.

En los próximos días se podrán conocer más detalles al respecto, ya que de momento el contacto con los jóvenes ha sido muy breve. Todos ellos han sido llevados a la cárcel de Soto del Real, salvo Xabier Bidaurre e Ibon Esteban, que se encuentran en el módulo de jóvenes de la prisión de Alcalá.

El movimiento pro-amnistía remarca que estas nuevas denuncias de torturas coinciden con la celebración del juicio por el caso de Igor Portu y Mattin Sarasola en Donostia, y concluye de ello que el Gobierno español sigue con su estrategia y «quiere mandar un mensaje claro: a través de estas torturas, mostrar que está dispuesto a sabotear el proceso político abierto en Euskal Herria mediante la represión más brutal».

Se dirige además al PNV, a quien pregunta si «seguir con este tipo de operaciones y torturar a los jóvenes es parte de sus acuerdos con Madrid. El silencio que ha mostrado ante los últimos casos le hace compañero de viaje de esta brutalidad».

El auto de Marlaska

Ajeno a estos testimonios de torturas que han motivado incluso una intervención del fiscal, el juez Fernando Grande-Marlaska hizo público en la noche del martes el auto de prisión contra estos jóvenes, en el que no destacan las consideraciones jurídicas contra los detenidos, sino las interpretaciones políticas del magistrado.

Así, Grande-Marlaska asegura en su escrito que «Segi es la única estructura que sintoniza plenamente con los planteamientos radicales de ETA» y habla de «total identidad» entre ambas organizaciones. Para ello esgrime documentos que se habrían hallado en los registros de domicilios de jóvenes independentistas y que, como el mismo juez admite en su auto, son anteriores al debate interno producido en la izquierda abertzale y que concluyó con la resolución ``Zutik Euskal Herria''. Por contra, el mismo juez obvia hechos como el respaldo de los jóvenes independentistas al reciente Acuerdo de Gernika.

La resolución judicial sitúa a Ainara Ladrón y Julen Zuaznabar como responsables de Segi en Gipuzkoa; a Imanol Beristain, Xabier Bidaurre, Rubén Villa, Xabat Morán e Ikoitz Arrese, en Bizkaia; a Igarki Robles y Marina Sagastizabal, en Araba; y a Egoi Irisarri, Ibon Esteban, Imanol Salinas, Xabier Arina y Ander Maeztu, en Nafarroa. Asegura que les acompañarían en la dirección otros jóvenes que no han podido ser detenidos por la Policía española: Jacinto y Xalbador Ramírez, Aitziber Plazaola, Beñat Lizeaga, Endika Pérez, Irati Tobar, Alaia Zaldibar y Bergoi Madernaz.

Un detenido en Madrid

Por otro lado, el apoyo a los encarcelados derivó en una detención ante la Audiencia Nacional. Se trata de un joven de Itzulbaltzeta, capturado a las 23.30 del martes en la fachada trasera del tribunal especial, cuando la salida del furgón policial camino de prisión fue recibida con gritos de ánimo y de «Jo ta ke, irabazi arte» por los concentrados.

Allegados de los detenidos denunciaron que varias personas fueron puestas contra la pared -tres de ellas retenidas durante largo tiempo- y que el joven de Itzulbaltzeta resultó detenido tras todo un «placaje» por parte de los agentes. En total, fueron dieciséis las personas identificadas finalmente en esta intervención policial.

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