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COPA Empate en La Florida

El Portugalete no se resigna a despertar

El equipo gualdinegro fue de menos a más y consiguió superar el mazazo del tempranero tanto rival, aunque no pudo culminar la remontada.

PORTUGALETE 1 

GETAFE 1

Amaia U. LASAGABASTER

No es el mejor resultado al que podía aspirar -un empate sin goles en el Alfonso Pérez clasificaría al Getafe-, pero el Portugalete podrá seguir soñando unas semanas más con convertirse en el outsider de esta edición de Copa. Una puerta que pareció cerrada a las primeras de cambio, con el tempranero gol del Getafe, pero que la capacidad de reacción de los gualdinegros volvió a abrir en un gran segundo tiempo.

Rozando el lleno, La Florida se estrenaba como anfitrión de un Primera. No el rival deseado, lo que se notó en un ambiente al que le costó caldearse, pero sí lo suficientemente duro como para dejar constancia desde el pitido inicial de que la campanada rozaba el imposible. Y es que el Getafe dominó el partido hasta el descanso. Algo tuvo que ver que su primera llegada al área acabase en gol. Un contragolpe que Albín cambió de banda para que Mosquera centrase y Sardinero rematase en boca de gol.

La afición portugaluja se quedó congelada. Y su equipo también. Seguro de que la eliminatoria era suya, el Getafe se lo tomó con toda la paciencia del mundo. Se limitó a verlas venir, aunque con la suficiente concentración como para que la ventaja no peligrase lo más mínimo y lanzó un par de contras que bien pudieron convertirse en la puntilla.

Pero el escalofrío que había helado la espina dorsal de su anfitrión acabó por desaparecer. Ya decía Amable Martín en vísperas del partido que en casta no podía haber rival superior y, tirando de ésta, el Portu empezó a revivir. Y las ocasiones a llegar, conforme se acercaba el descanso. La más clara, en el último suspiro, cuando Alberto se fue solo para driblar a Ustari, pero acabó pensándoselo demasiado. Borja desvió su remate al palo y el mismo destino siguió el posterior disparo de Aguiar.

Era el aviso de lo que estaba por venir en la reanudación. El Portu se había venido arriba y a los madrileños les tocó sufrir. En siete minutos la desventaja quedaba neutralizada, al pescar Gaizka Bergara un rechace en el lateral del área para colar el balón por el palo opuesto.

Mientras el conjunto azulón se desinflaba, los locales agotaban las fuerzas que les quedaban intentando buscar todos los caminos a Ustari. Les costó encontrarlos, pero al menos mantuvieron viva la ilusión de la remontada hasta el último suspiro del choque.

 

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