Gloria LATASA gloriameteo@hotmail.com
La ventana del viento
Una ventana es, por definición, un hueco en una pared con el que se busca luz y ventilación para una estancia. El término proviene del latín ventus (viento). Y es que antiguamente solía ser una pequeña apertura en el techo por la que se colaba el aire. De ahí que se les conociera como ojos del viento o como ventanas del viento (window en inglés). En Meteorología, cuando se habla de una ventana es que se espera una mejoría del tiempo de corta duración.
También se conoce como ventana del viento a la zona del aire por la que es posible que hagamos volar una cometa. Con una antigüedad de más de 2.500 años, estos pequeños objetos inventados por los chinos, han servido desde entonces para los propósitos más diversos: para jugar y soñar, para pescar, para la guerra o, incluso, para realizar experimentos científicos.
El mismísimo Benjamín Franklin ya utilizó una en 1.752 para estudiar la electricidad del aire. Aunque hubo que esperar hasta finales del siglo XIX para que se extendiera su uso en meteorología. Auténticos maestros cometeros se encargaban de lanzar aparatos de medición (meteorógrafos) que registraban la presión, temperatura y humedad relativa del aire a diferentes alturas. Los datos recogidos, analizados por científicos, servían para elaborar partes meteorológicos para los pilotos de la época.
Con el tiempo, radiosondas, aviones y satélites artificiales hicieron que las serpientes voladoras pasaran al olvido. Sin embargo, hoy en día se vuelven a poner al servicio de la ciencia en estudios de microclimas. Tal es el caso del Valle de Aburrá, en Colombia, donde un grupo de científicos realizan investigaciones sobre meteorología de montaña volando sensores en cometa por la parte baja de la atmósfera.