De vez en cuando me vienen a la memoria unos versos de Gioconda Belli que leía y releía en mi adolescencia: «Reglas de juego para los hombres que quieran amar a mujeres mujeres». Desgraciadamente no estaban incluidos en ninguna asignatura de Literatura y solamente eran populares entre algunas de nosotras. El asesinato de Nagore Laffage me hizo volver a pensar en las palabras de la escritora nicaragüense; me hizo pensar en las relaciones que desde los distintos ámbitos de la sociedad fomentamos. Relaciones de poder, de dominio, de sumisión. Relaciones que acaban con la vida de muchas mujeres año tras año y, sin embargo, las cosas cambian muy poco. Helena Taberna ha tenido la acertada osadía, y quizá la necesidad, de contar la historia de Nagore, de mirar a través de los ojos de su madre Asun Casasola, de mostrarnos cómo supera el día a día ante la ausencia de su hija asesinada. Su testimonio constituye el hilo conductor del relato de los hechos que sucedieron en un día de fiesta, en Sanfermines. El asesino era médico residente de Psiquiatría, ella enfermera. La noticia acaparó la atención de todos los medios, la cobertura de los hechos fue quizá mucho mayor que la que se había concedido a la violencia de género en otras ocasiones.

El juicio se celebró un año después y, curiosamente, el acusado fue sentenciado como «responsable de homicidio». Dos años más tarde, Asun Casasola continúa apelando a la Justicia para que la condena sea por asesinato con alevosía (de hecho la Justicia volverá a revisar el caso); continúa lidiando con la desgracia. Una desgracia que llega a los cines, para convertirnos en testigos del dolor de una madre. Helena Taberna recoge en el documental «Nagore» los testimonios de familiares y amigos de la joven y los diferentes puntos de vista de quienes participaron en el proceso judicial: el fiscal, los abogados de ambas partes y representantes de colectivos contra la violencia de género, entre otros.

La película recopila además interesante material de archivo, como las imágenes de la reconstrucción del crimen por parte del acusado y diversos fragmentos del juicio, que fue seguido en directo por numerosos medios de comunicación en todo el Estado español. La directora de Altsasu presenta el documental en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), en la sección Tiempo de Historia y el 12 de noviembre se estrenará en las salas comerciales. Mientras se habla de la película, mientras la justicia revisa el caso, a la sociedad en la que vivimos le convendría revisar sus pilares.