El MI6 admite que se enfrenta al «dilema constante» de la tortura
El jefe del Servicio Secreto de Inteligencia (MI6) británico, John Sawers, admitió ayer en una histórica por inusual comparecencia pública que sus funcionarios se enfrentan constantemente al «dilema» de la tortura, pero negó que hayan caído en la tentación de recurrir a ella.GARA | LONDRES
John Sawers se convirtió ayer en el primer máximo responsable de los espías británicos en salir de las sombras y dar la cara en cien años de historia del MI6 con el discurso que ofreció ayer en Londres como parte de un intento de modernizar la imagen y dar transparencia a los Servicios Secretos cuando se están cuestionando las actuaciones de las fuerzas británicas en el exterior. La última filtración de WikiLeaks de documentos oficiales estadounidenses relacionados con la guerra en Irak cita varios casos en los que las tropas británicas infligieron malos tratos y torturas a detenidos, extremo que Sawers negó.
Conocido como «C», sir John Sawers señaló que su discurso, retransmitido en directo por la BBC, pretendía explicar el valor de un servicio de espionaje cuya existencia ni siquiera se reconoció públicamente hasta la década de los 90. Su intervención pública se produjo dos días después de que el diario «The Guardian» difundiera una serie de documentos sobre los entrenamientos que reciben los espías para conseguir información durante los interrogatorios.
El jefe del MI6 admitió que la organización se enfrenta al «verdadero y constante dilema» de evitar el uso de la información obtenida mediante la tortura. Insistió en que los Servicios Secretos evitan utilizar evidencias lograda por esa vía porque «las leyes británicas e internacionales exigen evitar el recurso a esa práctica, a pesar de que eso permite que la actividad terrorista siga adelante».
«La tortura es abominable e ilegal bajo cualquier circunstancia y nosotros no tenemos nada que ver con ella», aseguró para intentar que su organización quedara libre de toda sospecha. Eso sí, trasladó la responsabilidad a otros al afirmar que era complicado ceñirse a ese principio cuando el MI6 colabora con servicios extranjeros. «Es nuestro deber hacer todo lo posible para que nuestros socios respeten los derechos humanos. No siempre es fácil», sostuvo.
Reveló, además, que «la mayoría» de sus agentes secretos son «extanjeros» y que «más de un tercio de los recursos de los servicios de inteligencia se dedican al terrorismo internacional.
Sawers defendió la protección de los secretos de los espías y agencias de inteligencia para garantizar el éxito frente a la «amenaza terrorista». Señaló que «el secreto no es un concepto sucio. No está ahí para tapar cosas».