La Real desperdició una renta de dos goles conseguida sin merecerlo en el primer tiempo ante un Almería superior que se adueñó del balón y jugó a placer en el segundo hasta lograr la remontada. Esta se consumó en un minuto clave en el que tras enviar al poste Llorente un remate a centro de Xabi Prieto, en la contra siguiente Ulloa superó a cuatro defensas en el área realista y logró su segundo gol.

La Copa se le atraganta a la Real y el único consuelo fue que la mayoría de los titulares tuvieron descanso. Martín Lasarte introdujo seis cambios con respecto al once habitual. Sólo repitieron Ansotegi, De la Bella, Rivas, Griezmann y Aranburu, que además cambió de posición para jugar de media punta y fue sustituido al descanso. Markel y Viguera fueron los únicos que no jugaron de titulares el lunes y tampoco lo fueron ayer y el riojano entró por el azpeitiarra.

Pero la alineación de suplentes no vale para justificar la derrota porque también Lillo, que fue recibido con aplausos en su vuelta a Anoeta como reconocimiento a su labor en la Real, dio la oportunidad de jugar a los menos habituales y del once del último partido con el Hércules sólo repitieron cuatro: Corona, Míchel, Mo y Carlos García.

Los menos habituales de la Real sólo aprovecharon la oportunidad que les brinda la Copa para reivindicarse en los primeros minutos. Sarpong aprovechó un grave error de Jakobsen para marcar su segundo gol y medio. Y luego entre Agirretxe y Elustondo fabricaron el segundo gol, que debió ser anulado por falta en el origen de Rivas.

El 2-0 era un resultado que no reflejó lo que fue un primer tiempo en el que los blanquiazules no dispusieron de más opciones y el Almería obligó a Zubikarai a realizar dos buenas intervenciones, envió al área dos centros laterales con peligro y un par de disparos con intención. Esa tendencia se agudizó en el segundo tiempo, en el que Zubikarai realizó una buena intervención con el pie de salida.

Dominio almeriense

El Almería se adueñó del balón, era el único equipo que lo tenía, y llegaba fácil al área realista y cuando encontró el camino de la portería con un golpe de fortuna en un centro de Goitom que golpeó en Ansotegi empezó a cimentar la remontada.

Enseguida marcó el segundo gol Ulloa en una jugada en la que el balón golpeó en la mano de Ansotegi dentro del área y luego fue superado por el delantero almeriense. Para contrarrestar la envergadura de las dos puntas almerienses Lasarte iba a sacar a Mikel González, pero el empate le obligó a recurrir a sus dos mejores jugadores ofensivos que tenía en el banquillo.

Con la entrada de Xabi Prieto y Joseba Llorente la Real reaccionó y tuvo varias opciones para recuperar la ventaja en el marcador. La mejor la fabricaron los dos jugadores que entraron en los últimos minutos, con gran centro del donostiarra y cabezazo del hondarribiarra al poste. Fue la clave del partido. Del 3-2 se pasó al 2-3 en un minuto en un balón al área en el que Ulloa superó a Rivas y marcó su segundo gol a la media vuelta.

Fue un gol que hizo justicia a la superioridad almeriense, pero supuso un duro castigo que no merecieron los más de 15.000 espectadores que se acercaron a Anoeta en un día y una hora que no invitaba a ello. Salieron desilusionados porque están hartos de ver a su equipo sólo en una competición.