La cumbre de Bruselas se cierra con un «pacto sólido para refozar el euro»
El presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, se felicitó ayer por que la cumbre de líderes europeos en Bruselas acabó con un «pacto sólido» que servirá para fortalecer el euro. La gran vencedora de la cita ha sido, sin embargo, la canciller alemana Angela Merkel, que ha logrado que el resto de estados acepten una reforma del Tratado de Lisboa para hacer permanente el fondo de rescate.
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Los líderes europeos han sellado durante la cumbre que acabó ayer en Bruselas un «pacto sólido para reforzar el euro» gracias a la aprobación de un nuevo sistema de sanciones a los países con déficit y desequilibrios excesivos y al acuerdo para realizar una «minirreforma» del Tratado de Lisboa con el objetivo de hacer permanente el fondo de rescate de 750.000 millones de euros que se creó en mayo para frenar la crisis de deuda de la eurozona, según afirmó el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
«El resultado más importante de la reunión es que el Consejo Europeo ha sellado un pacto sólido pacto para reforzar el euro», sostuvo Van Rompuy en rueda de prensa celebrada al término de la reunión y recogida por Europa Press. Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, resaltó que «con el fondo permanente se logrará más estabilidad y reforzará la capacidad de la eurozona frente a situaciones como la que hemos visto recientemente de crisis de deuda soberana».
Merkel, la gran vencedora
La canciller alemana, Angela Merkel, coincidió en que «el euro saldrá reforzado» tras los acuerdos de la cumbre, en primer lugar gracias al «endurecimiento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento» y por «las posibles sanciones que se activarán casi automáticamente». «Creo que es importante crear una clara cultura de estabilidad en Europa: esa la base para una buena cohesión en la UE», sostuvo.
La canciller ha sido la gran ganadora en este Consejo Europeo, ya que ha logrado vencer la resistencia del resto de estados, que recelan de una nueva reforma cuando hace menos de un año que entró en vigor el Tratado de Lisboa, que tardó 10 años en ver la luz y tropezó durante su proceso de ratificación con referendos negativos en sus diferentes versiones en el Estado francés, Países Bajos e Irlanda.
Finalmente, los Veintisiete han aceptado una «modificación limitada» del Tratado para hacer permanente el fondo de rescate. La reforma deberá tener en cuenta la exigencia de Berlín de que el sector privado asuma parte de la carga, es decir, que pueda haber reestructuraciones de la deuda pública y quiebras ordenadas de estados miembros. Van Rompuy y Barroso presentarán propuestas en diciembre y los cambios deben estar ya ratificados a mediados de 2013, cuando expira el actual mecanismo, según el compromiso asumido por el Consejo.
Además, Merkel ha logrado que Van Rompuy estudie la posibilidad de suspender el derecho de voto en las decisiones de la UE a los estados miembros reincidentes en la indisciplina fiscal, pese a que la Comisión lo considera «inaceptable» y la mayoría de países se opone.
Una revisión «light»
«Nos hacía falta una revisión ligera, `light', del Tratado, que facilite la tarea de nuestros amigos alemanes. No había una solución fácil», argumentó por su parte el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para quien la decisión adoptada interesa especialmente «a todos los países que han sido atacados» por los mercados. Sostuvo, asimismo, que «a priori este fondo de estabilización no se hace para Francia y para Alemania».
Sarkozy también elogió el «valor» de las decisiones económicas tomadas por el Gobierno griego, el español, el portugués y el irlandés tras la crisis de deuda que les ha afectado. «Lo que hemos querido es un refuerzo sin precedentes de la solidaridad europea. Quiere decir que esta solidaridad, incluso financiera, se mostrará en caso de ataque a un país por movimientos especulativos. Eso es una buena noticia», resumió.
Los mandatarios de la UE también han acordado que las nuevas sanciones a los países con déficit y desequilibrios excesivos se tramiten por la «vía rápida» para que se conviertan en ley y puedan empezar a aplicarse para el verano de 2011. No obstante, estos castigos no tendrán carácter retroactivo y no se impondrán a los estados miembros que ya están expedientados por déficit excesivo.
El nuevo sistema de sanciones «permitirá mejorar la disciplina presupuestaria, ampliar la vigilancia económica, intensificar la coordinación, y constituir un marco sólido de gestión de crisis y unas instituciones más fuertes», según se recoge en las conclusiones del Consejo Europeo (CE). «El resultado será un fortalecimiento sustancial del pilar económico de la UE, que consolidará la confianza y contribuirá así al crecimiento sostenible, al empleo y a la competitividad», añade la CE.
El acuerdo, alcanzado por los ministros de Economía de la UE el 18 de octubre, fue posible después de que Alemania cambiara de bando y apoyara la postura más flexible de Italia y el Estado francés. Cuando entre en vigor, los castigos podrán lanzarse incluso antes de que se supere el umbral del 3% de déficit público previsto en el Pacto de Estabilidad. Si un Estado no realiza los ajustes necesarios para llegar al equilibrio presupuestario, se le obligará a bloquear un depósito generador de intereses. Pero la decisión de iniciar un procedimiento por déficit excesivo la seguirán tomando los ministros de Economía por mayoría cualificada, con lo que podrán vetar cualquier propuesta de Bruselas. GARA
Los líderes de la Unión Europea llamaron ayer a sus socios del G20 a que eviten utilizar devaluaciones de sus monedas para «lograr ventajas competitivas a corto plazo» y frenar así una posible «guerra de divisas».