Nuevo día de apuros, desmentidos, declaraciones ampulosas, algún que otro ultimátum y un amago de crisis entre PSE y PP a cuenta de las portadas de los periódicos en relación al conflicto. «El Diario Vasco» y «El Correo Español» coincidían en un escueto y contundente «El PSE se reúne con Batasuna», mientras que el Grupo Noticias daba cuenta de que en el encuentro la izquierda abertzale transmitió su «hoja de ruta». Los detalles coincidían en lo esencial en los medios de la derecha unionista y los de tendencia jeltzale.

Las primeras planas resultaban especialmente incómodas para el PSE. Recuérdese que hace apenas dos días el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, José Antonio Alonso, había sentenciado que «me resulta inimaginable que un partido democrático realice semejantes reuniones». Así que antes de las nueve de la mañana ya había llegado a las redacciones una nota en la que se aseguraba que «la Ejecutiva de PSE-EE desmiente tajantemente cualquier reunión con dirigentes de Batasuna, tal y como se ha trasladado hoy en algunos medios de comunicación».

El hombre fuerte del Gobierno autonómico, Rodolfo Ares, también se había puesto en acción, llamando al sostén del Ejecutivo, Antonio Basagoiti, para transmitirle que no había habido reunión alguna con la izquierda abertzale.

Al coro de desmentidos se sumaron después el ministro José Blanco, el alcalde de Irun, José Antonio Santano, el lehendakari, Patxi López, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y su vicepresidente, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El PP pide una reunión

Pese a toda esta cascada de desmentidos, el PP pidió al PSE una reunión urgente de la comisión de seguimiento del pacto que mantienen en la CAV. Según explicó su dirigente Alfonso Alonso, la situación es lo suficientemente «seria» y «grave» como para que se den explicaciones «dentro del propio pacto de gobierno» y se ofrezcan garantías de que el pacto sigue vigente.

El presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, no pareció estar muy convencido de los desmentidos del PSE y pidió a Patxi López un pronunciamiento claro sobre esta y otras cuestiones. En el PP parecen estar encendiéndose muchas luces de alarma en estos últimos días y las declaraciones que llegan de sus portavoces estatales son cada vez más incendiarias.

La izquierda abertzale lo niega

Al mediodía fue la izquierda abertzale quien también emitió una nota desmintiendo las noticias sobre su reunión con el PSE. Señalaba que en estos meses ha mantenido muchos encuentros con agentes nacionales e internacionales y que creía que el diálogo era necesario, pero negaba ese encuentro concreto.

En la nota, la izquierda abertzale incluía su «rotunda crítica a los constantes intentos de condicionar la situación política mediante la filtración de informaciones de diversa índole y los diversos intentos de intoxicación que en los últimos meses estamos padeciendo. La Izquierda Abertzale quiere exigir tanto a los agentes políticos como a los diferentes medios de comunicación que actúen con el nivel de responsabilidad que el actual momento político exige».

La voz de Eguiguren

En este contexto, a las 15.00 entrevistaron en ETB al presidente del PSE, Jesús Eguiguren, quien se atuvo al desmentido de su partido pero añadiendo que en caso de haberse producido el encuentro, «tampoco me hubiera parecido tan grave».

A su entender, el problema para reunirse con la izquierda abertzale «es que es ilegal» y que «se escandalice el PP». Un escándalo que, en su opinión, es mayor en Madrid que en el PP vasco, porque allí buscan «hacer de unos hechos intrascendentes grandes problemas para agitar y hacer oposición».

A Jesús Eguiguren también le preguntaron por Arnaldo Otegi, en cuyo próximo juicio tendrá que declarar como testigo. El presidente del PSE afirmó que es un hombre que «quiere la paz» y que sería «mejor que estuviera fuera y haciendo política». En euskara añadió luego que no sólo sería importante para la izquierda abertzale, sino también «para todos».

Añadió que Otegi no le ha puesto «en ningún aprieto» al haberle citado como testigo de su defensa. «A mí me ha citado el tribunal y tengo que ir a la fuerza, no vaya ser que, al final, Otegi acabe fuera y yo dentro».