Movimientos políticos en Euskal Herria
Una pena de desmentido
Iñaki IRIONDO
Es una pena que la noticia de una reunión entre el PSE y la izquierda abertzale haya tenido que ser desmentida. Sería mucho mejor para todos que este tipo de encuentros fueran algo normalizado y comunmente aceptado. Pero nuevamente nos encontramos con uno de los grandes obstáculos con el que tropezamos cada vez que se abre un proceso de posible solución en este país: la necesidad que tienen algunos de gritar, bien para ofrecer lo que consideran una suculenta exclusiva (medios) bien para clamar al cielo (algunos partidos). Claro que también los hay que, a la chita callando, se apuntan irresponsablemente a enredar para ver si pescan algo en el río revuelto.
Menos mal que, entre tanta palabra hueca, tanta amenaza asustada y tanta necesidad de vender periódicos, se deslizan movimientos de fondo ciertamente importantes. Entre ellos podemos contar el manifiesto hecho público ayer por miembros de los partidos que hace 33 años crearon la Mesa de Alsasua, y que ahora ofrecen el bagaje de su trayectoria política y de lucha a la creación de un nuevo proyecto organizativo independentista y socialista que se base en las vías pacíficas y en la adhesión social, rechazando el uso de la violencia. No es difícil adivinar el hueco que la noticia encontrará en medio del griterío insustancial, pero se trata de un paso muy interesante. Una semilla.
Este país necesita que la izquierda abertzale sea una expresión legal y no sólo para no tener que andar desmintiendo noticias.