Salvador Larroca (Valencia, 1964), aunque de estudios sea delineante y en sus comienzos trabajó en una empresa de cartografía digital, ha desenvuelto su vida en el mundo del cómic. Lleva 17 años trabajando para Marvel Comics, aunque anteriormente también ha formado parte de DC Comics dibujando algunos números de Flash.

En su currículum se pueden encontrar nombres como Flash, Ghost Rider, Heroes Reborn, Fantastic Four, Xtreme X-Men, Daredevil, Electra, Namor o Iron Man. Y también el premio Eisner, los Óscar del mundo del cómic, siendo el primer español es conseguirlo.

La exposición «Salvador Larroca. Superhéroes de película» es una muestra de los 17 años de trabajo del valenciano, en la que las obras originales se exponen en orden cronológico. Además, se muestra el proceso de creación de un cómic con los dibujos en las diferentes fases de trabajo. Muchas de esas ilustra- ciones son parte de la colección privada de Larroca, ya que esos originales tienen un mercado y la mayoría de ellos se vende, por lo que es complicado conseguirlos.

Una característica curiosa de Salvador Larroca es que muchos de los personajes que él ha dibujado han sido los elegidos para llevarlos al cine, concentrando la exposición en estos superhéroes. Hay algún dibujo de hace muchos años del que Larroca ni siquiera se acordaba y que sentía vergüenza de que se colgaran en las paredes de la Casa de Cultura de Okendo.

Los últimos tres años los ha pasado dibujando a Iron Man, personaje no muy grato del cual ha terminado encariñándose. Estos dibujos están expuestos en la parte trasera de la sala.

El trabajo del dibujante se concentra en un mes de encierro donde no existe conciencia de la calidad del trabajo que se realiza hasta que llega al lector, según explicó ayer el dibujante en la presentación de la exposición. «Pero cuando te hacen una exposición como ésta, te sientes orgullos de que la gente valore tu trabajo», añadió.

Tras 17 largos años de trabajo, admitió que la ilusión no la ha perdido: «Me gustan los comics. Si la historia es bonita o si me gusta el dibujo lo leo, me da igual si es europeo, americano o manga», explicó.

El proceso de creación de los comics ha variado mucho durante estos años y con cada guionista es diferente, claro está. «Stan Lee -creador de los personajes del universo Marvel como Iron Man, Daredevil o X-Men- te cuenta su guión como si fuera una historia, no da detalles», explicaba Larroca. Sin embargo, hay otros más jóvenes que hacen guiones más cinematográficos: «Son más concretos, lo detallan todo», y añadió que de este modo «es más fácil». Además, las nuevas tecnologías han facilitado mucho el trabajo, ya que se ha convertido en algo más interactivo, «más fluido».

La evolución de los dibujos de Larroca es apreciable según pasa el tiempo, como se observa en la exposición. «Necesito incorporar cosas que me gustan, soy muy visual. Además, si siempre haces lo mismo, el lector se aburre y se va», explicó Larroca.

Homenaje al «grindhouse»

El fanzine (publicación temática realizada por y para aficionados) «2000 Maníacos» ha publicado un año más un número especial concidiendo con la Semana de Terror de Donostia. Para su presentación acudieron dos de sus creadores: Jesús Palacios y Borja Crespo.

Este especial homenajea este año al «grindhouse», programas dobles estadounidenses de cine violento, de sangre o de serie B donde no faltaban monstruos o desnudos que fueron muy habituales en la década de los setenta. «Homenaje bizarro al programa doble y al cine de barrio» recita el subtítulo de la portada. Al hilo de esta publicación, la Semana acogerá este miércoles una sesión «grindhouse» en el Teatro Principal, donde se proyectará la «inclasificable» «Gomia, terror en el mar Egeo» (Joe D'Amato, 1980), además de una película sorpresa que no se desvelará.

Este pequeño homenaje sirve para no dejar que queden en el olvido aquellos programas dobles, ya que hay antecedentes de ese olvido. Y es que cuando Robert Rodríguez y Quentin Tarantino rodaron las películas «Death Proof» y «Planet Terror», la idea original era presentarlas ambas juntas en un «grindhouse» pero, al parecer, el público ya había olvidado lo que significaba aquello abandonando la sala al terminar la primera proyección. De ahí que al final se proyectaran individualmente.

Además, según explicó Jesús Palacios, esos programas sirvieron para que los espectadores aprendieran a amar el cine: «Es donde hemos aprendido a amar el cine bizarro, el extremo», admitió.

«`2000 Maníacos' es parte de la Semana, y la Semana es parte de `2000 Maníacos', apuntaron los dos creadores. Y es que son 21 largos años de colaboración conjunta entre el festival y la publicación al igual que números especiales editados aprovechando la coyuntura.