La Real logró en Málaga una primera victoria a domicilio muy importante que le permite confirmarse en la zona media de la tabla con seis puntos de renta sobre los puestos de descenso cuando se llega a la primera ciaboga de la temporada. El mérito de los blanquiazules es mayor porque logró el triunfo con un equipo en el que once de los trece primeros jugadores que saltaron al campo han sido formados en la cantera de Zubieta.

Y el capricho quiso además que el primer triunfo como visitante se consiguiera en el campo de uno de los rivales que más presupuesto tiene en la categoría tras la llegada de un jeque árabe que ve cómo su capricho está en puestos de descenso. Muchos en Donostia quedaron embaucados cuando alguien se presentó como el mesías que iba a poner dinero para hacer un equipo de gran nivel. Luego resultó lo que todos ya sabemos. Pero en Málaga tienen uno de verdad y ayer quedó claro que el dinero no es lo más importante en el fútbol.

Los jugadores de la Real salieron dispuestos a superar una reválida desde el principio como grupo y en lo individual en la persona de dos jugadores a los que muchos niegan el nivel para jugar en Primera cuando lo tienen. Lasarte presentó casi el mismo once que tantas críticas le generó en Iruñea, con la entrada de Markel y Elustondo como pareja de pivotes, y los dos, sobre todo el primero, jugaron un muy buen partido.

El elgoibartarra jugó, salvo en los minutos finales, veinte metros más adelante de lo que lo hace Rivas habitualmente y eso permitió recuperar el balón en posiciones más avanzadas y llegar con más facilidad a la meta rival en un partido abierto por la forma de jugar del Málaga.

Un equipo para el espectáculo

En La Rosaleda se comprobó por qué los partidos del Málaga son los que más goles de media presentan. Jesualdo Ferreira ha apostado por una forma de jugar muy ofensiva. Más que un equipo de fútbol, parece tener dos de baloncesto, porque el conjunto se rompe entre los cinco más retrasados y los cinco más ofensivos. Eso provoca que sus partidos asistan a intercambios de golpes continuos.

Ante ese rival la Real salió desde el principio con una mejor mentalización que en anteriores partidos. Dio un paso adelante en su presión, sobre todo por la posición más adelantada de los dos pivotes casi a la misma altura, y eso no provocó que el Málaga encontrara espacios para aprovechar la velocidad de sus jugadores más adelantados.

En todo el primer tiempo los locales sólo tuvieron dos buenas oportunidades. La primera de Apoño encontró el despeje de Bravo y Elustondo estuvo providencial para repeler un disparo posterior de Fernando. En la segunda Eliseu buscó una vaselina que salió fuera. También la Real tuvo dos opciones antes de su gol, en un tiro de Griezmann y en un cabezazo de Llorente.

Fueron ellos dos los protagonistas del primer gol realista en una contra llevada por Xabi Prieto en la que el hondarribiarra dio un gran pase al primer toque tras un mejor movimiento de ruptura en diagonal de Griezmann, que superó a Arnau y marcó con la derecha.

El gol llegó en un momento psicológico tan importante como el segundo. El Málaga se fue al descanso noqueado por el gol y el shock le duró el primer cuarto de hora del segundo tiempo, en el que la Real jugó sus mejores minutos a placer y tuvo dos opciones de Xabi Prieto y Llorente antes de que entre los dos jugadores fabricaran un gran gol con asistencia del primero y cabezazo del segundo.

Sufrimiento para terminar

Ferreira tenía todo perdido ante la bronca de su público y, si ya en el descanso había introducido un delantero por un centrocampista, luego colocó a otro por un lateral. A base de sacar jugadores ofensivos consiguió que la Real retrocediera como no lo había hecho hasta entonces y ahí vivió sus peores minutos. Edinho envió un balón al larguero y poco después De la Bella se equivocó con un claro penalti que debía haber supuesto además su expulsión.

Bravo detuvo el disparo de Apoño y su rechace, y Labaka repelió un tercer disparo en esa misma jugada. El Málaga se creció y al minuto, en otra jugada mal defendida por la banda izquierda realista, Jesús Gámez centró sin oposición y el juvenil Juanmi recortó distancias, demostrando al jeque árabe que los mejores jugadores muchas veces no se logran con dinero sino con opciones para la cantera.

A partir de ahí fueron los peores minutos para la Real, que se encerró en su área y sufrió mucho hasta que supo jugar los exagerados cinco minutos de prolongación que dio el árbitro cuando sólo se registraron cuatro cambios en el segundo tiempo. La mayor parte de esos cinco minutos los pasó la Real cerca del corner en el que Xabi Prieto desesperó a Eliseu.

Así los realistas lograron su primer triunfo de la temporada como visitantes y lo celebraron de una forma especial entre abrazos de jugadores y técnicos. Parecía que ayer habían logrado la permanencia. Y en parte es verdad. Este equipo necesitaba como el comer parecerse en las salidas al que juega en Anoeta y ganar y si consigue eso y mantiene una regularidad tendrá opciones de lograr la permanencia sin grandes apuros.