Lagun Aro GBC Sumando frente al Valladolid su cuarta victoria de la temporada
Partidazo, remontada y coliderato
La pareja Uriz-Doblas lideró el triunfo de los de Pablo Laso tras un gran choque, sobre todo gracias a un último período espectacular.
Arnaitz GORRITI
¡Quién hubiera dicho que un Lagun Aro GBC - Valladolid pudiera deparar en un partidazo! Pues sí, y con final feliz además, después de que los donostiarras remontaran -el 75-64 es más que engañoso- ante los de Porfi Fisac a base de coraje y calidad.
Parte de culpa la tienen Uriz y Doblas. El navarro, porque rescató a los suyos con tres triples cuando caían de diez; el cántabro, por su excelso cuarto final. Cuarta victoria y colíderes. La Copa es un objetivo asequible.
Empezaban bien los locales, impidiendo que el Valladolid buscara a sus interiores y Baron, con un par de triples, abría la primera brecha: 14-7.
Pero Uriz cometía su segunda falta, y la entrada de Salgado supuso el respiro que el cuadro pucelano precisaba. Atacaron al de Santutxu por sistema, obligándolo a pasar bloqueos continuamente, especialmente por parte de Dumas. Asimismo, apretaron en defensa, de modo que un parcial de 2-12 dejaba el primer cuarto con 16-19 para los de Fisac.
Con Panko muy desdibujado y con Doblas sumando su segunda personal, Laso atinó al dar entrada a Kone y a Miralles. De su brega, amén de la aportación defensiva de Alfonso Sánchez y Lorbek, Lagun Aro GBC se reenganchó al duelo, logrando empatar a 29 gracias a un triple del esloveno. Tras un último minuto con cierta bronca hacia los árbitros, el choque llegaba al descanso en un puño: 31-35.
Actitudes ganadoras
No fue nada bueno el regreso a la cancha de la escuadra donostiarra, ya que se encontró con 10 puntos de desventaja, con Robinson y Van Lacke acertados desde la línea del triple: 35-45.
Fue salir Uriz y cambiar de cara radicalmente. Clavó tres triples -el primero sobre la bocina y apoyado sólo en una pierna- y elevó el ritmo defensivo de manera que los de Laso se pusieron un punto arriba y el Donostia 2016 Arena empezaba a vibrar. El cuarto final arrancaba con 52-53 en el luminoso.
El relevo en la actitud ganadora lo tomó un Doblas impresionante. Peleón como siempre, Double D -como lo bautizara Barbour hace un año- acaparó rebotes, palmeos y hasta un «dos más uno» que, por fin, puso en cabeza a Gipuzkoa Basket.
Asimismo, Laso se la jugó con una defensa zonal 3-2 que, pese a no estar bien ejecutada, resultó. Baron apareció en el tramo final con siete puntos seguidos -más otro triple de Salgado- para certificar una victoria tan sufrida como merecida.
Es evidente que aún restan 12 jornadas para que se termine la primera vuelta, pero este gran arranque de Lagun Aro GBC no debe caer en saco roto. La pasada campaña, la Copa estuvo en 8 victorias. El objetivo es más que asequible.
El capitán Uriz y el ex capitán Doblas se echaron el equipo a la espalda cuando hacía falta. El navarro clavó tres triples más que fundamentales, mientras que el pívot remató el partido dominando en el cuarto período.
Bien es cierto que la situación del Real Madrid, el Estudiantes y el Fuenlabrada poco tiene que ver, pero este fin de semana todos ellos han llegado a un punto en común: han perdido. Mientras los fuenlabreños ponían en apuros al Baskonia, el cuadro merengue hacía un amago de ridículo el sábado, al caer por 78-67 ante un Alicante que partía de colista.
Pero el mayor petardazo de los madrileños fue para el Estudiantes. Los de Luis Casimiro ganaban al descanso cómodamente, 37-54, en Granada, en un duelo de equipos sin victorias. Gabriel y Jasen lideraban la anotación estudiantil y Caner-Medley se hacía fuerte bajo los tableros.
Pues bien, los del Ramiro encajaron un parcial de 40-20 en la segunda mitad, incapaces de soportar el chaparrón nazarí, encabezado por Robert Kurz, y cayeron por 77-74. Por ende, Estudiantes ocupa plaza de descenso, empatado con otro histórico como Manresa, que caía ante el Gran Canaria por un patético 69-49. La pinta que tienen estos dos equipos, aunque todavía resten 29 jornadas, es francamente mala.
Esta quinta jornada fue propicia para las remontadas. Aparte del conseguido por el Granada, el principal revolcón acaeció en el Palau Olímpic de Badalona. El Valencia Basket -que pese a su buen juego sólo lleva una victoria- dominaba a placer, 50-65 a falta de poco más de un cuarto, después de un gran partido de Dusko Savanovic y Víctor Claver. Pero el DKV Joventut no se rindió y logró derrotar al cuadro taronja con un parcial final de 30-16. Los ex baskonistas English y McDonald, junto con el alero Quinton Hosley, lograron poner el choque patas arriba para el delirio de los aficionados verdinegros, que ven cómo su equipo, con cuatro triunfos, también está en el club de los colíderes.
Es el Barcelona quien ejerce de guía de este nutrido grupo. Los de Xavi Pascual vengaron su derrota ante el CAI Zaragoza de la semana pasada a costa de un Menorca que no vio ni por dónde le llegaban los golpes. 84-44, que se dice pronto, y una diferencia de valoración simplemente sideral: 112-19. Por tanto, el average considera que el cuadro blaugrana es quien lidere la tabla clasificatoria.
En lo que al galardón de MVP de la jornada se refiere, éste fue para el australiano del CAI Zaragoza David Barlow. El alero oceánico fue el principal pilar del triunfo maño -el tercero consecutivo- por 82-78 ante el Cajasol, sumando 17 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias, para una valoración final de 30. A. G.
