Athletic Victoria rojiblanca
La brújula se engancha al norte tras una noche inmaculada
Juego y ambición -y una pizca de fortuna en forma de penalti- permiten al Athletic sumar tres puntos con sabor europeo. El Getafe no arrojó la toalla, pero fue claramente inferior a su anfitrión.
Amaia U. LASAGABASTER
Anda la brújula del Athletic como si hubiera caído en la isla de Perdidos. Entre victorias claras ante los equipos de la zona media y baja de la tabla y tropiezos aparentemente inevitables frente a los gallos de la Liga, la aguja parecía haberse vuelto loca. Y nadie puede asegurar que se haya tranquilizado ya, pero el triunfo de anoche tuvo algo de definitivo.
Bien porque llegó, por fin, ante uno de los equipos que precedían a los rojiblancos en la clasificación, bien porque el equipo de Joaquín Caparrós jugó su partido más completo de la temporada, bien porque después de algún trago amargo y probablemente inmerecido apetece ver el vaso medio lleno, pero los tres puntos dejaron una sensación especialmente reconfortante. La brújula rojiblanca vuelve a señalar al norte. Y lo hace con el primer cuarto de la temporada prácticamente consumido y los puestos en la tabla empezando a quedar definidos.
Lo cierto es que la noche fue inmaculada, pese a las preocupaciones que suscitaba la previa. No sólo por los precedentes del Athletic con los rivales europeos, o con el propio Getafe, sino sobre todo por las incógnitas que generaba la respuesta de los bilbainos tras el esfuerzo que habían realizado apenas 72 horas antes. Y es que mientras Michel oxigenó por completo su once -apenas cuatro de los jugadores que actuaron en La Florida repitieron en San Mamés-, Joaquín Caparrós se aferró al mismo bloque. Sólo Koikili e Iker Muniain -por Xabi Castillo e Igor Gabilondo- se incorporaron a un equipo en el que aguantó Javi Martínez.
Se temía por la frescura y fue, precisamente, lo que menos se echó en falta. Porque el Athletic empezó con fuerza y terminó de la misma manera. Esta vez no hubo altibajos como los que habían pasado factura en jornadas anteriores. El Athletic lo hizo bien y fue superior a su rival a lo largo de los noventa minutos.
En algo contribuyó la fortuna. Buscada. Porque los rojiblancos arrancaron como acostumbran y el marcador apenas tardó cinco minutos en darse por enterado. En dos acercamientos al área, el Athletic había forzado un córner y anotado su primer gol. Lo firmó Andoni Iraola, con un bonito derechazo desde la frontal del área.
Cinco minutos después, Estrada Fernández se apuntaba al carro de Clos Gómez, aunque esta vez el perjudicado fue el Getafe. Un choque en el área entre Rafa y Muniain acabó con tarjeta para el primero y penalti para el segundo. Lo transformó San José, poniendo la puntilla.
Una situación tan cómoda como tramposa. Porque con ochenta minutos por delante no es recomendable dar por muerto a un rival con tanta mala idea como el Getafe y porque la tentación de echarse atrás no suele sentarle muy bien al Athletic. Posiblemente escarmentado, el cuadro bilbaino apostó, acertadamente, por su versión más ambiciosa.
Toma y daca
Como los azulones tampoco arrojaron la toalla, el primer tiempo se consumió como una exhalacion, con el Getafe atacando a un Gorka Iraizoz inspirado -sobre todo en una escapada de Colunga, ante el que metió una mano milagrosa- y el Athletic respondiendo con mucha pólvora. Gaizka Toquero, Markel Susaeta y, sobre todo, Iker Muniain anduvieron más revoltosos que nunca, aunque el gol se resistió otra vez.
Había, pese al resultado y la buena impresión del equipo, cierto temor al segundo tiempo. El recuerdo a la última comparecencia de los leones en San Mamés -y el Getafe es bastante más peligroso que el Zaragoza-, la sensación de que el cansancio debía hacer acto de presencia en algún momento... Quién sabe, pero era difícil tenerlas todas consigo.
El Athletic apenas necesitó unos minutos para acabar con todas las dudas. Admitía Caparrós hace un par de semanas que lo de contemporizar no es el punto fuerte de los suyos y que era algo en lo que se debía trabajar. Pero los rojiblancos no se arriesgaron a comprobar si esa labor ha dado sus frutos y optaron por el ataque -sin desmelenarse, pero sin ceder un metro- como mejor defensa. Lo agradeció la afición, que se divirtió de lo lindo en un segundo tiempo con menos apuros aún en el área rojiblanca y lo agracedió incluso el marcador. A siete minutos del final, David López firmaba un gran servicio para que Igor Gabilondo celebrase uno de sus golazos. Que esta vez sirvió para redondear una noche inmaculada.
Esta vez sí que no hubo peros, ni siquiera en el bando rival. El Athletic fue mejor y tuvo el acierto necesario: la victoria rojiblanca fue justa.
Y muy satisfactoria para Joaquín Caparrós, seguro de que «hemos hecho un muy buen partido. Le hemos metido muchísimo ritmo, pese a que ellos estaban más fresquitos porque en Copa habían cambiado muchos jugadores. Pero hemos generado muchísimas ocasiones y el resultado incluso podía haber sido más amplio». Al técnico, de hecho, le costaba destacar el aspecto de la noche que más le había satisfecho. «Me quedo con todo -aseguró-. Me quedo con el resultado, con el juego, con la velocidad que le hemos imprimido y con que la portería haya acabado a cero, que también hay que tenerlo en cuenta».
Caparrós reconocía que haberse colocado con dos goles de ventaja en el marcador había tenido algo que ver con el posterior desarrollo del partido, pero también recordaba que «hemos salido con mucha intensidad y el 2-0 ha sido una recompensa. Eso te da confianza y frescura. Pero en la segunda parte también hemos apretado y hemos llegado muchas veces. Estoy muy contento con todo y con todos», insistió.
El técnico, de hecho, reconoció que el de ayer «ha podido ser nuestro partido más completo pensando en los noventa minutos. Ha habido fases de otros partidos, en San Mamés y fuera, en las que hemos jugado a un alto nivel, pero puede que sea el partido más completo en general».
Caparrós confía ahora en repetir experiencia redonda en El Madrigal. «No es fácil, pero nos hace falta un resultado positivo en un campo de las características de estos equipos que están arriba», admitió. GARA
Xabi Castillo, titular en Alcorcón, fue uno de los jugadores descartados por Joaquín Caparrós. Junto al durangarra, se fueron a la grada Balenziaga, Iturraspe e Iñigo Pérez.
Las ikurriñas robadas a punta de navaja a tres aficionados rojiblancos en Alcorcón aparecieron ayer en el Calderón. «Hemos visto que estaban en el fondo del Frente Atlético, puestas boca abajo -explicó uno de los aficionados-, pero las hemos reconocido enseguida porque eran bastante especiales». Los tres seguidores se pusieron en contacto de inmediato con la comisaría en la que habían interpuesto la denuncia, pero la respuesta fue negativa.
