En Torture of Women (1976), Nancy Spero reflexiona sobre la degradación moral del Estado y los individuos. En esta obra monumental, la artista intercala textos e imágenes de archivos para proclamar y reconocer la dignidad de las mujeres torturadas, a la vez que expone y denuncia la violencia obscena del Estado.

La serie comienza con las palabras «Explicit expla-nation» («Explicación explícita»). En uno de los paneles, leemos: «... torture was considered to produce probatio probatissimi». Comprendo: La confesión producida bajo tortura es la prueba que prueba más. ¿Para qué? Para desmovilizar y limitar la capacidad de resistencia.

«Es algo institucional. La tortura es una institución del Estado controlada mayoritariamente por los hombres», dice Spero...

Las denuncias de Sandra Barrenetxea, Rosa Iriarte y Aniaiz Ariznabarreta no restituyen la integridad física y moral ultrajada. Contamos con sus testimonios para elaborar un discurso y una posición social y política capaz de incorporar y de articular la indignación que nos producen esas prácticas. La incomunicación prolongada, la no grabación de los interrogatorios, las conducciones... crean zonas y espacios de opacidad que ocultan o no dejan mostrar. No interesa que se documente lo denunciado/sucedido, debido a que las imágenes cumplen una función representativa y referencial: muestran la realidad tal cual es.

Los hechos denunciados por Sandra, Rosa y Aniaiz son actos sexistas inscritos en una estrategia de dominación y control del cuerpo de las mujeres, con efectos físicamente coercitivos y psicológicamente degradantes dirigidos a la destrucción y negación del ser humano.