Raimundo Fitero
Ilustraciones
Las consignas intoxicadoras se deben ilustrar. En un medio de comunicación escrito en papel o en internet con unos cuantos colaboradores con barra libre para imaginar, insultar y descalificar sirve y si acaso se coloca una foto de archivo rara, pero en las televisiones deben poner imágenes porque se trata de un medio audiovisual. Es ahí en donde empieza a convertirse la intoxicación en un trabajo de cine fantástico, de desbordamiento de todo tipo de verosimilitud. De tal manera que uno se enchufa a la televisión para ver las noticias de las siete de la mañana y puede recibir calambrazos desmesurados.
En la campaña americana para las elecciones de ayer, un candidato hace un vídeo sobre la frontera entre los USA y México, que aun teniendo un lenguaje paródico, si alguien quiere verlo como algo documental, lo puede hacer y allí se ve que según ese vídeo electoral, insisto, los demócratas de Obama reciben a los emigrantes con fanfarrias, los trasladan en limusina, les proporcionan casas, trabajos y lujos, mientras la policía da la espalda, no sin mostrar su malestar. Es una barbaridad, una peligrosa interpretación de una dura realidad, una mentira desvergonzada, pero seguro que cala en las cabecitas de quienes tienen nidos de odio en su cerebro. Esperemos los resultados de las urnas yanquis porque seguramente nos dibujan una subida de la extrema derecha.
Pero en la noticia anterior o posterior, se nos asegura que ETA se está reorganizando, ponen nombres a quienes se supone que están realizando esa labor, con sus fotos correspondiente, claro está, y como deben acabar de hacer el trabajo sucio nos ofrecen unos vídeos de unos supuestos entrenamientos de miembros de ETA, en coche, disparando a dianas, perfectamente equipados con el uniforme de terrorista de marca, y mientras el locutor suelta su panfleto, vemos unas increíbles imágenes perfectamente grabadas y editadas, con cámara lenta, con tomas perfectas desde lejos de frente, de costado más cerca y desde dentro del propio automóvil. Una chapuza intoxicadora de alta calidad. Parece que nadie tiene un mínimo de prurito profesional en los servicios informativos de las cadenas.