Además del habitual inicio de las fiestas, en 2004 Celedón trajo a Gasteiz el regalo del fichaje de un base que, por su elegancia, sus fundamentos técnicos y sus casi dos metros, estaba llamado a causar en Europa el impacto que no llegó a consolidar en sus tres temporadas en los New Jersey Nets.

Las comparaciones con Magic Johnson, los vídeos que los aficionados buscaron en la red y su proyección crearon una gran expectativa que nunca llegó a cumplir en sus dos años en la capital alavesa.

Se le acahó frialdad, cierta desidia, intermitencia y que no terminara de postear a sus pares como debía. Exhibió su talento, sí, pero nunca pudo dominar como de él se esperaba.

No obstante, ese potencial que siempre se le ha vislumbrado hizo que Ettore Messina lo eligiera para cubrir el vacío que dejó en Moscú Theo Papaloukas. El técnico de Catania lo había elegido como sucesor del griego, pero su influencia en el juego del CSKA se quedó a años luz de la ejercida por el ateniense en el equipo de la capital rusa.

Tras otras dos temporadas grises para el potencial demostrado, no muy lejos de allí otro técnico italiano, Sergio Scariolo, le ha concedido este año la posibilidad de guiar al Khimki y, por lo menos estadísticamente, el mago de Mostar parece que comienza a aprovechar una de las últimas oportunidades que le quedan en el baloncesto de élite antes de pasar a engrosar la enorme lista de talentos balcánicos desperdiciados.

Con una media de 29,33 minutos, 1,5 rebotes y 2,5 asistencias, Planinic será uno de los múltiples peligros a los que tendrá que hacer frente el Baskonia en una de las salidas más complicadas de esta primera fase de la Euroliga.

El Khimki es sin duda el peor rival de los procedentes de la fase previa que le podía haber tocado al Baskonia, no sólo por el complicadísimo viaje a esta ciudad cercana a Moscú.

Alternativa

Y es que en su idea de ser una alternativa real a la supremacía del CSKA, el equipo ruso se ha renovado con jugadores muy importantes. No obstante, su principal valor pasa por haber mantenido en el equipo a Keith Langford, quinto máximo anotador de la pasada Euroliga y que cotizó muy al alza por su capacidad y determinación de jugarse los balones calientes.

También en el exterior consiguieron hacerse con una de las perlas del mercado, el eritreo Thomas Kelati -hoy no jugará por problemas en una rodilla-, que deberá hacer olvidar a Kelly McCarty.

Pero su remodelación más completa ha sido la interior, donde han tenido que cubrir las bajas de Jamkunas y Mozgov. La contundencia física de Eze, la veteranía del gigante Savrasenko y la clase de Monya parecen valores seguros.