La Audiencia Nacional española ha rechazado de nuevo la puesta en libertad del líder de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi. Lo hace con un argumento que se aleja de la realidad de los hechos que se vienen produciendo en el seno de la izquierda abertzale y también de las valoraciones que hacen al respecto todos los partidos, con la salvedad del PP. Para el tribunal, Otegi debe seguir preso por su presunta «pertenencia al organismo denominado Bateragune o Comisión de Coordinación o Dirección de la llamada Izquierda Abertzale, organismo satélite que, bajo el control y tutelaje de la organización terrorista ETA, desarrollaba -especialmente durante el año 2009- los proyectos de la misma para alcanzar los fines de subversión constitucional y amedrentamiento social que persigue».

Esta tesis del sometimiento a ETA contradice incluso otro auto judicial conocido la semana pasada, firmado en este caso por el juez de instrucción de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska. Al decretar prisión contra catorce jóvenes detenidos por la Policía española, éste escribía que «Segi es la única estructura que sintoniza con los planteamientos radicales de ETA». Como se ve, los jueces del tribunal especial parecen haber entrado en una curiosa competición de valoraciones e interpretaciones sobre la izquierda abertzale y sus organismos.

«Oportunista»

Este auto que rechaza el recurso de la defensa de Otegi lleva la firma principal de la juez Ángela Murillo, que introduce adjetivos impropios de este tipo de escritos judiciales. Así, califica de «oportunista» aludir al «devenir de los acontecimientos políticos», en referencia a una frase del escrito de la defensa sacada de contexto.

Murillo ya recibió críticas generalizadas tras entablar un careo con Otegi durante el juicio al que fue sometido en enero, en relación a un acto por el preso Joxe Mari Sagardui, Gatza. Entre otras cosas, trató de arrancarle una condena a ETA y, cuando Otegi declinó responder, la juez dijo: «Ya lo sabía yo». En otro momento, cuando su abogada preguntó si el preso, que estaba en huelga de hambre, podía tomar agua, la magistrada le espetó con desprecio: «¡Como si toma vino!».

Posteriormente, en la sentencia condenatoria por este caso, la juez Murillo también tergiversó la trayectoria y la figura de Nelson Mandela para tratar de quitar razones a Otegi. El tribunal que presidía aludió al líder sudafricano como «un auténtico héroe, que permaneció en prisión por motivos ideológicos, exclusivamente por eso, pero jamás utilizó la violencia ni la apoyó en pos de conseguir la supresión del apartheid». Como todo el mundo sabe, en 1961 Mandela fue el creador de la organización armada Umkhonto we Sizwe (La lanza de la nación), considerada el brazo armado del Congreso Nacional Africano tras su ilegalización.

Volviendo al auto ahora emitido, el tribunal responde a la defensa que la situación política actual «de ninguna forma afecta ni condicionará» a la Sala, que dice que valora el asunto «con plena independencia».

Dice que hay riesgo de fuga

La denegación de la puesta en libertad de Otegi había sido propuesta por la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Además de subrayar que se le atribuye el delito de «integración» en ETA, «castigado con la pena privativa de libertad con una horquilla penométrica de seis a doce años», el tribunal alude al riesgo de fuga.

Asegura que éste se deriva de «movimientos con ramificaciones en el extranjero que tienen amplia experiencia de vida en clandestinidad» y que cree que podrían facilitar «su sustracción de la Justicia». Cabe recordar, al respecto, que la liberación de Arnaldo Otegi ha sido demandada por organizaciones de todo el mundo, incluido un buen número de partidos que ostentan gobiernos importantes en Latinoamérica, como Brasil, Uruguay, Cuba...

Respecto al argumento de que el también procesado ex secretario general de LAB Rafa Díez Usabiaga quedó en libertad bajo fianza de 30.000 euros el pasado mes de abril para cuidar de su madre, el tribunal asegura que no es comparable puesto que las «situaciones personales» de cada uno son diferentes.