Atenas activó ayer todas las alertas después de que dos paquetes bomba de escasa potencia estallaran en las embajadas de Suiza y Rusia, sin causar heridos, y otros tres dirigidos a las de Bulgaria, Alemania y Chile fueran detonados de forma controlada, en el segundo día de una oleada de envío de explosivos contra misiones diplomáticas.

La Policía griega ha dado instrucciones a embajadas y empresas de mensajería para que informen ante cualquier sospecha, y trabaja contrarreloj para tratar de detectar nuevas posibles remesas de bombas y detener a los responsables, que en ningún momento han avisado del envío de los artefactos.

Los nueve paquetes bomba enviados a embajadas extranjeras en Atenas -el lunes se detectaron otros cuatro dirigidos a las legaciones de México, Países Bajos, Bélgica y al presidente francés, Nicolas Sarkozy,- están provocando un clima de inseguridad en Grecia a unos días de unas elecciones locales cruciales para el Gobierno.

Fuentes policiales indicaron que las investigaciones se centran en la organización anarquista Conspiración de los Núcleos de Fuego, que apareció en 2008 y ha cometido varios atentados con bombas caseras de escasa potencia contra despachos de políticos, filiales bancarias y comisarías. La Policía informó el lunes de la detención de dos personas armadas, una de ellas vinculada con este grupo.

Para Angela Merkel

También ayer, un paquete sospechoso de contener material explosivo fue desactivado en la Cancillería alemana, sede oficial de la jefa de Gobierno, Angela Merkel, en Berlín, según confirmó el Ejecutivo federal.

El paquete fue detectado en los controles ordinarios de los envíos postales e inutilizado por las Fuerzas de Seguridad, que analizan su contenido, un sospechoso «polvo negro». En el remite del paquete aparecía citado el Ministerio de Economía de Grecia, un extremo cuya autenticidad no se ha comprobado, según la cadena de televisión pública ARD.