«No hace falta que el público conozca las referencias cinematográficas con las que jugamos para hacer «Les nuits rouges du bourreau de jade», simplemente basta con que al espectador le gusten las mujeres bellas, los tacones altos y los dry martini. Si les gusta eso, les gustará la película», bromearon Julien Carbon y Laurent Cortiaud, directores del largometraje, que se proyecta a las 22.00 en el Teatro Principal de Donostia.

«Les nuits rouges du bourreau de jade» es el primer trabajo de estos cineastas, obra que presentaron ayer en el marco de la XXI Semana de cine Fantástico y de Terror. Este guiño «no premeditado» al giallo italiano cuenta la tragedia del Verdugo de Jade, un emperador chino que creó un veneno que mataba a cuenta de un último placer. El elixir enfrenta a un gángster taiwanés, una mujer francesa que escapa a Hong Kong -y que persigue la Interpol- y una asesina sin escrúpulos por hacerse con el preciado líquido.

«Desde el principio tuvimos muy claro -explicó Cortiaud- la presencia de una mujer malvada como protagonista». Se ocupa de ello la actriz Carrie Ng que da vida a Jade, mujer de éxito que, en su camino por alcanzar el veneno y utilizarlo para alcanzar los placeres más profundos, disfruta torturando a mujeres con sus afiladas garras de verde jade. Y por supuesto, no abandona los tacones ni siquiera para pelear. Este extremo no es casualidad, de hecho ambos lamentaron que en el cine de género actual está desapareciendo la figura de la mujer sexy y sensual, al contrario de lo que ocurría en el giallo italiano. «El tipo de sexo que aparece ahora es de jovencitas post-adolescentes dirigido a los jóvenes», opinaron.

Puentes entre culturas

Además de la presencia femenina, la idea que rondaba en sus cabezas al inicio del proyecto era hacer un filme de bajo presupuesto y «recrear las condiciones típicas del cine de género. «Luego se añadió la pro- ducción francesa y pudimos así beneficiarnos de más dinero y cambiar el enfoque para poder integrar los elementos de cine de género, pero franceses. Por lo tanto, se trata de un trabajo mitad chino mitad francés», matizaron.

Esta combinación dota a «Les nuits rouges du bourreau de jade» de un punto «folletinesco». En palabras de los directores, la idea, aparentemente difícil, era trasladar una intriga giallo tradicional a Hong Kong. «De la misma forma que en el cine de los años 60 y 70 solían hacerse producciones entre Hong Kong e Italia, mezclando personajes como un cowboy con otro que hacías artes marciales». Julien Carbon y Laurent Courtiaud descubrieron las películas de género italianas y de Hong Kong al mismo tiempo, y siempre habían sentido que existía una fuerte conexión entra las dos, como la capacidad de ofrecer entretenimiento, la recreación de géneros revolucionarios y alejados de la normalidad.

En la carrera por hacerse con el veneno se enfrentan personajes de lo más variopinto, aunque Carbon destacó que los malvados son los políticos corruptos y los especuladores de arte. «Al fin y al cabo Carrie es la única que defiende a los artistas financiando la ópera, pero tiene sus defectos y a veces es perversa», añadió en tono jocoso refiriéndose a las torturas que ejecuta la protagonista.