Movimientos políticos en Euskal Herria
La izquierda abertzale y EA anuncian más pasos juntos tras la crítica del Senado
El acuerdo izquierda abertzale-EA avanza. En las últimas horas han comparecido juntos en Buenos Aires e Iruñea. Aquí se presentaron como un «equipo» y anunciaron más pasos, como cien medidas para el cambio en Nafarroa.
Ramón SOLA | IRUÑEA
Horas después de que el Senado aprobara por unanimidad una moción de UPN que rechaza todo tipo de «acuerdos con Batasuna», la izquierda abertzale y EA confirmaron en Iruñea que su unidad estratégica es firme y que van a dar nuevos pasos adelante, y además en Nafarroa.
En una charla ofrecida en la Universidad Pública de Nafarroa por Xanti Kiroga y Maiorga Ramírez que forma parte de un ciclo de comparecencias explicativas pueblo a pueblo, ambos se mostraron muy satisfechos del desarrollo del pacto estratégico «Lortu Arte» del Palacio Euskalduna, destacando el reciente Acuerdo de Gernika. Y situaron el nerviosismo detectado en la derecha española y navarra, incluida esa moción del Senado, como la prueba de que las cosas van bien.
Ante decenas de estudiantes y profesores, en una comparecencia abierta también a la prensa, el presidente de EA en Nafarroa remarcó: «No nos van a detener en este compromiso por concretar un nuevo ciclo». Y al igual que Xanti Kiroga, representante de la izquierda abertzale, avanzó un paso concreto: el decálogo para el cambio político y social en Nafarroa ya presentado se «multiplicará por diez» y dará paso a una batería de cien medidas concretas. Será el fruto de los contactos que están mantenido ambas fuerzas políticas, de modo conjunto, con otros partidos, sindicatos y organismos.
Junto a ello, Ramírez vaticinó que los acuerdos tejidos por ambos en el Euskalduna, en Gernika o en Iruñea «van a tener secuencias importantes en materia de pacificación y normalización política».
«Público y transparente»
Ambos portavoces subrayaron los avances que ha producido su alianza y el escenario que crea. Otro tanto hicieron en la tarde del martes (madrugada en Euskal Herria) en la Euskal Etxea de Buenos Aires Pello Urizar y Kattalin de Madariaga, dentro de la gira que han iniciado para explicar la situación en Euskal Herria tanto a la diáspora vasca como a los agentes argentinos.
En la UPNA, Ramírez destacó la importancia de «actuar como equipo» después de 30 años de división entre los abertzales. «El nacionalismo español nos ha dado la clave -destacó-. Ellos han actuado como equipo para que no hubiera un abertzale en Ajuria Enea. Nosotros también hemos dado un primer paso muy importante: comprometiéndonos entre diferentes, acordando puntos claves, consensuando una estrategia por vías exclusivamente pacíficas y políticas...».
El dirigente de EA añadió un matiz que considera importante: «El nuestro es un acuerdo absolutamente transparente, público, a disposición de todos. Resulta cínico que nos acusen aquéllos que acuerdan pactos secretos en oscuros despachos de Madrid», dijo en referencia al pacto del verano de 2007 por el que el PSOE impuso al PSN que permitiera a UPN seguir en el Gobierno navarro. «Nosotros vamos de cara y mostramos nuestro compromiso en actos públicos -reiteró Ramírez-. Ellos no. Seguro que tienen cosas escritas, pero no han hecho público nada».
Llamó la atención además sobre la incapacidad de los sectores españolistas para cuestionar el contenido de sus pactos, dado su carácter plenamente democrático: «El Senado ha rechazado estos acuerdos, pero no ha sido capaz de criticar ninguno de sus contenidos. ¿Cuál es su problema entonces? ¿Que seamos independentistas? Todo esto les ha pillado con el pie cambiado y no están sabiendo reaccionar», concluyó.
Preguntado sobre cómo se están gestionando las diferencias en este pacto estratégico, Kiroga tomó la palabra: «Si los grandes objetivos se tienen claros, resulta más fácil superar las pequeñas dificultades. No tenemos vocación de convertirnos en iguales y tampoco se trata de que nadie se coma a nadie. Pero es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. Y si hay confianza mutua y respeto, es posible esta unidad. Somos conscientes de que también hay que pactar las diferencias. Y somos conscientes de que, si queremos el cambio, tenemos que cambiar nosotros también».
Barcina y Zapatero
Tanto el representante de Eusko Alkartasuna como el de la izquierda abertzale destacaron que el efecto de su alianza ya se está constatando no sólo en forma de crítica, sino también en la de cambios de discurso. En concreto, Ramírez citó el artículo de Yolanda Barcina (UPN) en el que decía que «ojalá» la izquierda abertzale estuviera en las urnas porque ésa sería una buena señal. Y Kiroga destacó que José Luis Rodríguez Zapatero «no ha tenido más remedio que reconocer los cambios objetivos» que se están produciendo.
No obstante, utilizó las palabras del presidente español para recordar que ellos siguen esperando «pasos insuficientes» por parte del Gobierno español. Recalcó que los discursos del PSOE son muy diversos -Maiorga Ramírez había hablado de «polifonía»- y pidió a Zapatero, Rubalcaba, López o Ares que también pasen «a los hechos reales tangibles, aunque sea poco a poco».
«Retorcer todavía más la ley electoral o mantener la tortura no va en esa dirección», constató Kiroga, que recordó que «en Euskal Herria el sufragio universal no existe, y ésa es una vulneración como la copa de un pino». Añadió que solucionar este tema no sólo es una demanda de la izquierda abertzale, sino de la mayoría social vasca.
Maiorga Ramírez remarcó la necesidad de que los abertzales «actúen como equipo» después de 30 años de división y precisó que el acuerdo con la izquierda abertzale es un primer paso para ello.
Francisco José Alcaraz se distinguió en el pasado proceso de negociación 2005-2007 por sus constantes movilizaciones en contra de una solución. Entonces presidía la potente Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), pero tras salir por la puerta trasera ahora lidera otro colectivo denominado Voces contra el Terrorismo. Desde esa atalaya, ha convocado para este sábado una protesta en la plaza Colón de Madrid bajo el lema «No más mentiras, no más treguas-trampa». Le ha bastado para ello con la reciente noticia del tercer grado concedido al ex militante de ETA José Luis Álvarez Santacristina, «Txelis».
Esta convocatoria ha provocado el rechazo inmediato de siete asociaciones agrupadas en la Federación Autonómica de Víctimas del Terrorismo, que explicó en una nota su «total rechazo» porque «este tipo de actos no contribuyen a la unidad imprescindible que ahora necesitamos contra el terrorismo». Estos colectivos añaden que el grupo de Alcaraz «representa únicamente a una minoría». GARA
Tras el revuelo de la pasada semana, el PSOE sigue intentando tranquilizar al PP y también a UPN. Las elecciones de 2011 y Nafarroa son los dos campos principales de atención para el Gobierno español, dado que ésos son también los puntos en que la derecha española centra sus alarmas.
En el primer frente destacaron ayer las palabras de Ramón Jáuregui, ministro de la Presidencia, que dijo en Antena-3 que cree que la izquierda abertzale no estará en las urnas en 2011. «Mi opinión es que no, que no estarán -dijo-. En mi opinión, como ha dicho el presidente del Gobierno, los movimientos y declaraciones de Batasuna no bastan, no sirven. Sólo si ETA desaparece o ellos rechazan y condenan absolutamente la violencia será posible un cambio en la estrategia». En cualquier caso, Jáuregui puso el acento en que hay que evitar este tipo de polémicas ya que «lo que verdaderamente importa es mantener la unidad»; el mismo subrayado que hizo Zapatero el martes en el Senado.
En esa línea, desde Santiago de Compostela -acudió allí para celebrar el Día de Euskadi dentro del Año Xacobeo-, Patxi López añadió: «Yo no voy a jugar a enfrentamientos entre partidos; lo que se necesita es unidad». Se quejó de nuevo de que no comprende la «burbuja» de la polémica de estos días, puesto que «en lugar de referirse a la realidad y a los hechos, se refiere a elucubraciones y a política-ficción».
A López se le pidió también que interpretara las palabras de Zapatero en el Senado, donde, preguntado por su afirmación de que los pasos de la izquierda abertzale «no serán en balde», el presidente español volvió a reiterar que resultan insuficientes pero «pueden tener consecuencias» en el futuro. El lehendakari se mostró esquivo: «Creo que él ya lo explicó en el Senado, y yo no hago de exégeta de nadie».
Todos estos llamamientos a la unidad no hacen gran mella en el PP, que ayer volvió a presionar con el tema electoral. Desde Gasteiz, su secretario general en la CAV, Iñaki Oyarzábal, advirtió al PSOE de que no aceptarán tampoco «una condena electoral del terrorismo o un alto el fuego electoral». Pese al claro calado estratégico de la apuesta de la izquierda abertzale, el PP insiste en el mensaje de que «sólo tratan de engañar a todo el mundo para colarse en las elecciones municipales», en palabras de Oyarzábal.
Por lo que respecta a la cuestión de Nafarroa, Zapatero recordó el martes en el Senado a la representante de UPN, María Caballero, que también en 2007 se le dijo que «había vendido a Navarra» y no era cierto. Sin embargo, UPN vuelve a sembrar recelos sobre la posición del Gobierno del PSOE en torno a la territorialidad. La propia Caballero dijo ayer que, tras interpelar a Zapatero, bajó a saludarle a su escaño y que éste le dijo: «Tranquila, tranquila».
«Le contesté que estamos oyendo muchas cosas. Y le recordé que UPN no estamos integrados en el PP, que tiene que tener en cuenta a la Comunidad Foral de Navarra, sus representantes, cargos, partidos e instituciones», añadió la senadora. Siempre según su versión, el presidente español le prometió entonces que «hablaré con el Gobierno navarro». Caballero dijo que, en cualquier caso, Zapatero no le ha convencido. GARA
