Las peores lesiones en el mundo del fútbol suelen venir en descuidos fortuitos, sin que haya rival que las cause. Eso fue lo que ayer le sucedió a Rúper en la sesión preparatoria, la primera de la semana en Tajonar de cara al choque ante el Hércules.

Un giro indebido de su rodilla izquierda y lesión al canto. Tras ser sometido a una resonancia magnética en la Clínica San Miguel de Iruñea, se le diagnosticaba «una rotura completa del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda».

El jugador osasunista será intervenido mañana mismo en el citada centro médico bajo la responsabilidad del doctor Jesús Alfaro, pero hay una cosa bien clara; esta lesión que supone que el jugador -según adelantaron los servicios médicos del club- ha dicho adiós a la temporada 2010/11.

La de ayer no fue una sesión de entrenamiento positiva, no sólo por la grave lesión de Rúper, después de las dos jornadas de descanso concedidas a la plantilla tras el último encuentro liguero.

Además del mediocentro de Aiegi, Pandiani tenía que realizar el entrenamiento de forma parcial con el grupo ya que sintió una sobrecarga en el gemelo derecho, y Camuñas, por su parte, se limitaba a llevar a cabo entrenamiento individual en el gimnasio. Sergio, por contra, entrenaba con el grupo.

Santander, «una excepción»

Antes de conocerse el alcance de la lesión de su compañero, Miguel Flaño acudía a la sala de prensa a glosar el sentir de la plantilla tras el 4-1 encajado en Santander frente al Racing. Según el defensa iruindarra, aquella derrota fue «una excepción» en la línea de «solidez defensiva» del equipo, y añadió que el vestuario está preparado para demostrar «madurez» a partir del próximo choque liguero, frente al Hércules, que se disputará en El Sadar.

«El vestuario está bien. Fue un partido bastante malo, pero fue atípico. No se vio al Osasuna que se ha visto durante la temporada», comentaba Flaño, a la par que explicaba que «no es necesario hacer una reflexión bastante profunda cuando algo pasa esporádicamente. La línea del equipo no es la que se vio en Santander».

«Es momento de tener confianza en las cosas positivas del equipo. El partido ha sido una excepción en la regularidad del grupo y es el momento de no tener dudas hacia el sentido defensivo y la entrega de los jugadores, que siempre es máxima en cada partido», observó el defensa iruindarra.

Flaño aseguraba que están «dolidos por la derrota» en Santander, pero precisaba al mismo tiempo que tiene «toda la confianza en el conjunto».

«Hay que demostrar la madurez del equipo y dar la cara contra el Hércules en un partido vital para nosotros», señaló, aunque recordó que el conjunto alicantino «tiene un potencial grande. Ha jugado con equipos de la parte alta dando muy buena imagen, tiene jugadores contrastados y va a ser un partido muy complicado, contra un rival directo, y este tipo de partidos marcan mucho para conseguir el objetivo».

En cuanto al rival, cabe destacar que su ariete, el paraguayo Nelson Haedo Valdez, confesaba ayer que ve «difícil» su concurso en El Sadar, ya que aún arrastra problemas en su tobillo, tras hacerse un esguince ante el Real Madrid. Por su parte, el ex rojillo Javier García Portillo no participó en el entrenamiento de ayer por unos problemas de lumbago.