LAB anunció ayer con su secretaria general, Ainhoa Etxaide, al frente, que se movilizará en Gasteiz e Iruñea para exigir un cambio de orientación en los presupuestos públicos para 2011 con el objetivo de que favorezcan el gasto social y apoyen de forma directa a la clase trabajadora. El objetivo que persigue la central sindical es un reparto justo de la riqueza.

Según recordó Etxaide, «sí hay dinero, lo que ocurre es que está mal distribuido» e insistió en que los presupuestos se elaboran «desde la óptica del gasto y no se actúa sobre los ingresos», que es de donde se podrían obtener una mayor capacidad económica en el sector público. Explicó que si se reduce el fraude fiscal a la mitad y si la presión fiscal de Hego Euskal Herria se equipara a la media de la Unión Europea, las arcas públicas tendrían más de 15.000 millones más para distribuir entre sus políticas». Esa cantidad supondría duplicar prácticamente los presupuestos actuales.

Etxaide recordó que los proyectos de los gobiernos de Patxi López y Miguel Sanz son «continuistas» en relación a 2010 en cuanto a que «favorecen a las rentas de capital y a los grandes empresarios». Además, no están generando empleo de calidad, «ya que con los datos de paro de octubre tenemos 10.000 parados más que hace un año y el 36,38% de las personas desempleadas no tienen ninguna prestación económica. Ese sí que es un drama», precisó.

La secretaria general de LAB compareció junto a la secretaria general de la Federación de Servicios Públicos, Arantxa Sarasola, y los respectivos responsables d la Administración general, Sanidad, Educación y Enseñanza para rechazar de forma conjunta las cuentas económicas que han presentado los dos gobiernos autonómicos porque «da igual quién gobierne al frente de las instituciones, PP, PSE o PNV, porque hay una afinidad ideológica total en materia económica». Indicó, en este caso, que «hay un partido único», que está integrado por «los grandes banqueros, los intereses financieros y las grandes empresas» que son los que fijan las reglas de juego, que después cumplen «al detalle los diferentes gobiernos».

Etxaide indicó que los presupuestos presentados «no son neutrales», sino que « sólo benefician a los responsables de la crisis y los trabajadores resultan perdedores con los recortes del gasto planteados cuando más necesidades existen en materia social por la actual situación de crisis económica».

La secretaria general de LAB insistió en que las administraciones públicas permiten que el peso de la recaudación fiscal sea soportado por los trabajadores. «Los trabajadores declaran unos ingresos medios de 21.000 euros al año, mientras que los empresarios y las actividades profesionales declaran 12.o00 euros». Esa situación se perpetúa «pero no hacen nada». Por eso, para LAB esos presupuestos «son tramposos» porque benefician a la élite económica pero perjudican a la población «que sufre los efectos de la crisis».

Por su parte, Arantxa Sarasola reclamó «poder negociar los presupuestos antes de que queden zanjados», para lo cual tendrán conversaciones con los partidos políticos en las cámaras legislativas de Iruñea y Gasteiz» en próximas fechas.