Euroliga El Baskonia pierde su condición de invicto
Gran atasco en Moscú
Con un 40% en tiros de campo y 16 pérdidas, el equipo gasteiztarra cayó derrotado en un partido raro.
KHIMKI 64
C. LABORAL BASKONIA 60
Jon ORMAZABAL
Un reciente estudio sobre los atascos que se forman cuando la gente va o vuelve del trabajo sitúa a Moscú como la cuarta peor gran ciudad mundial, sólo detrás de Beijing, México DF y Johannesbourg. Según estos datos, el tiempo medio en estos embotellamientos en la capital rusa es de dos horas y media y alguno así debió pillar el Baskonia en su visita al Khimki, donde se dejó su condición de invicto. Un acierto del 40 por ciento en tiros de campo y dieciséis pérdidas fueron dos de las claves que explican la derrota de los azulgranas.
Con el firme despejado y cuando puede desplegar su punta de velocidad en ataque, el Baskonia se muestra imparable, como en un arranque de partido en el que el Khimki se estrelló contra su defensa. De la mano de San Emeterio y Barac, los gasteiztarras se pusieron 1-11, en cinco minutos en los que los rusos no metieron una sola canasta en juego.
Sin embargo, Scariolo fue minando de obstáculos el terreno gasteiztarra y los baskonistas se fueron bloqueando, incapaces de encontrar dónde sacar provecho a su potente motor.
A un esperanzador 11-17 en el primer cuarto, le siguió otra dosis de desesperación y embotellamiento, en el que al margen de Brad Oleson, autor de diez puntos, sólo el omnipresente San Emeterio fue capaz de anotar una canasta en juego.
Sergio Scariolo, por su parte, encontró en su estrella Langford la manera de equilibrar el marcador. Doce puntos del estadounidense, acompañado por Eze y una antideportiva a Ribas por prolongar una falta, permitieron a los locales arrimarse a dos puntos (29-31) al descanso.
A tirones
Otra vez de la mano de San Emeterio y Barac, con una de las pocas aportaciones ofensivas de Teletovic desde el exterior, el camino pareció volver a despejarse y el Baskonia avanzó tomando una bonita renta de nueve puntos que se antojaba muy importante. Sin embargo, no hubo carretera para poder meter las marchas más largas. El choque volvió a enmarronarse y el nudo del atasco se fue haciendo más y más grande.
Ni siquiera la lesión en el tobillo de Langford, el faro ofensivo ruso, que le impidió jugar casi todo el último cuarto, arregló el entuerto. Mientras Planinic apareció en Khimki, nadie acertó a anotar en Baskonia.
A pesar de que Ivanovic lo integrara en el quinteto inicial, el serbio volvió a firmar un partido con valoración negativa (-6). Su adaptación está resultando complicada.
El croata firmó un 20 de valoración y dobles figuras tras su renovación, pero su influencia real en el juego fue mucho menos brillante.
Además de la derrota, el Baskonia se traerá de Moscú el que parece el comienzo de un «caso Logan». Y es que, según las informaciones que llegaron ayer desde la capital rusa vía Radio Vitoria, apuntan que en el seno del club baskonista hay cierto enfado con la actuación de David Logan.
Con el pertinente permiso del club, el escolta estadounidense se desplazó el lunes por la tarde a Estados Unidos para visitar a su familia tras el nacimiento de su hijo y ayer, a eso de las 14.30 (hora de Euskal Herria) aterrizó en Moscú tras un viaje de casi 15.000 kilómetros. Tras un breve paso por el hotel de concentración, el jugador viajó con el equipo al pabellón del Khimki, pero ni siquiera salió a realizar la pertinente rueda de calentamiento.
La explicación ofrecida al enviado especial de la radio pública, Rafa Muntión, al descanso, fue que el jugador volvió al hotel mientras se disputaba el partido. Dusko Ivanovic no quiso hablar del tema pero la cosa no pinta bien. Y es que Logan podía haber sido vital en un partido tan atascado. J. O.
