Rodríguez Zapatero, por boca de José Blanco, quiere silenciar a Jesús Eguiguren para que sus opiniones no dañen el pacto de Estado con el PP en Hego Euskal Herria. López vuelve a ser el convidado de piedra y el PSE una terminal inane del nacionalismo español. El pulso está, pues, entre Eguiguren, a quien se atribuye la esperanza de que el conflicto vasco llegue a buen término, y Basagoiti, mascarón de proa de la negación de Euskal Herria. Zapatero apuesta por el último.