Amparo LASHERAS Periodista
El escalofrio del miedo
Los primeros mandatarios de Londres y París, Nicolas Sarkozy y David Cameron, firmaron el martes un acuerdo en materia de defensa de gran importancia para el futuro de sus intereses políticos. El tratado de cooperación prevé la creación de una fuerza militar conjunta, con miles de soldados y, a partir de 2014, la puesta en marcha de un arsenal nuclear en Dijon y un centro de investigación en Inglaterra, donde desarrollarán y coordinarán modelos de instalación de cabezas nucleares y de sus equipamientos. El acuerdo, catalogado por ellos como histórico, prevé también una estrecha colaboración en la industria militar y armamentística, cerrando con ello un sustancioso negocio para el capital de ambos países. Con todo atado y bien atado, han tenido la osadía de vender el acuerdo como un modo de «ahorrar», de «reducir gastos» en tiempos de crisis. El argumento es para partirse de risa si no fuese porque debajo de tanto populismo subyacen ideas muy peligrosas, ideas que los propios mandatarios no tuvieron reparos en introducir en sus discursos y cuyo eco emerge de un pasado del que Europa parece no haber aprendido nada. «El esfuerzo de seguridad no debe relajarse en el peligroso mundo que vivimos», afirmó Sarkozy. Y Cameron insistió: «Nuestros ciudadanos estarán más seguros y protegidos en la era global de incertidumbre en que vivimos». Aunque sea lejano, el sonido marcial de las botas militares, avanzando por cualquier punto impreciso de la historia, me sobrecoge. Es el escalofrío del miedo ante la ignorante arrogancia de la fuerza. El temor a mirar el porvenir y descubrir que la libertad tiene la sonrisa rota...