¿Alguien se imagina algún deporte en el que al final de una temporada su Federación Internacional anule la clasificación que había establecido y que han tomado como referencia todos los equipos durante el año y la sustituya por una nueva en la que un conjunto que nunca ha existido pase a ser el primero y en la que nadie sabe el sistema de puntuación por el que a unos se les mete dentro de la primera categoría mundial y a otros se les deja en la incertidumbre de no saber donde van a competir apenas dos meses después?

Eso que resulta inimaginable en cualquier deporte es lo que sucedió el pasado martes en el ciclismo gracias al afán de superación de la UCI a la hora de atentar contra la seriedad y los intereses de un deporte que en lugar de defender somete al más absoluto descrédito. La misma UCI que ha perjudicado a su deporte con infinidad de controles antidopaje y que luego, cuando da positivo el número 1, intenta esconderlo y, tras salir a la luz, no sabe qué hacer con él durante meses.

Pero nada comparable con lo sucedido el martes, cuando por arte de magia comunicó una clasificación liderada por un equipo del que apenas se sabe que tendrá como sede Luxemburgo, que estará liderado por los hermanos Schleck y al que, pese a tener en ese momento confirmados sólo una decena de ciclistas, se le coloca como el mejor del mundo sin que nadie sepa ni los puntos que tiene para eso ni cómo los ha logrado.

Continuos cambios de criterios

Todos los equipos pensaban que la composición del UCI Pro Tour y la participación en las tres grandes iba a estar determinadas por un ranking mundial por equipos en el que se iban a tener en cuenta los resultados de sus tres mejores corredores en cada prueba de este año. Primero se daba por seguro que los diecisiete primeros equipos de ese ranking iban a tener la presencia garantizada en las tres grandes. Luego que la iban a tener los 18 que consiguieran la plaza Pro Tour después de un supuesto acuerdo con las organizaciones de las tres grandes para unificar el calendario. Y la pasada semana se comunica una clasificación diferente y arbitraria en la que los quince primeros, en teoría, tendrían la plaza segura en las tres grandes y el Pro Tour, aunque a sólo cuatro se les ha garantizado ya su presencia en esa categoría: Garmin, Omega, Rabobank y Sky.

Euskaltel, a pesar de su mejor temporada que le llegó a ocupar la decimotercera posición en la clasificación mundial de la UCI, con diecisiete victorias, un cuarto puesto en la general del Tour, un tercero en la Euskal Herriko Itzulia, tres etapas en la Vuelta y un buen número de clasificaciones de honor, queda el 16º sin que nadie pueda explicar cómo Sky, Vacansoleil y BMC, con una temporada mucho peor, estén delante en ese nuevo ranking.

Por tanto deberá esperar hasta el día 20 para saber si está en el Pro Tour, a lo que optan cinco equipos -también Geox Quick Step, Cofidis y Ag2R- para como máximo tres plazas. Los que no están entre los veinte primeros no tienen la opción de estar en la máxima categoría ciclista.

La UCI no ha comunicado el baremo con el que ha confeccionado el nuevo ranking, ni tan siquiera el número de puntos que ha otorgado a cada equipo. Sólo se limita a señalar que ha tenido en cuenta los resultados obtenidos los últimos dos años por sus quince primeros corredores confirmados para 2011, así como las clasificaciones por equipos que no se tenían en cuenta para el ranking de 2010. Aún así resulta imposible explicar muchos cambios que se dan entre las dos clasificaciones y la UCI ni los ha querido aclarar.