Marruecos está limpiando El Aaiún para «borrar sus crímenes»
La República Árabe Saharaui Democrática denunció ayer que Marruecos está limpiando El Aaiún para «borrar las huellas de sus crímenes abominables» y aseguró que las autoridades impiden el acceso de extranjeros a la zona «para ocultar su masacre», porque los militares están enterrando en fosas comunes a los fallecidos en el asalto al campamento Gdeim Izik.GARA |
El ministro de Territorios Ocupados y de Comunidad de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Jalil Sidi Moha- med, afirmó ayer que la capital de Sahara Occidental, El Aaiún, se ha convertido en una «ciudad fantasma» tras el asalto «asesino» de las fuerzas marroquíes del pasado lunes y denunció que Marruecos está limpiando la capital saharaui para «borrar las huellas de sus crímenes», según informó la agencia saharaui SPS citada por Europa Press.
«Las calles están desiertas, los habitantes autóctonos temen ser apaleados por los colonos respaldados por el Ejército», explicó Sidi Mohamed. «Se trata de una limpieza étnica contra aquellos que llevan la vestimenta tradicional saharaui, bubu, velo o turbante», afirmó el ministro. «Las personas no pueden salir para abastecerse de comida o medicamentos», añadió.
El campamento de Geim Izik, donde había más de 25.000 saharauis, «se está transformando en una fosa común» y «ahora las fuerzas marroquíes entierran los cadáveres con bulldozers militares», explicó Sidi Mohamed.
Según denunció, los militares están limpiando El Aaiún «para borrar las huellas de sus crímenes abominables» y precisó que esa tarea se está desarrollando «fuera de todas las miradas indiscretas», a sabiendas de que Marruecos «ha cerrado deliberadamente el territorio saharaui a todos los medios de comunicación, a los observadores internacionales y los europeos que quieren visitar la zona».
En similares términos se expresó el delegado del Frente Polisario en el Estado español, Bucharaya Beyun, quien en una reunión con la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo advirtió de que Marruecos está ocultando en fosas comunes en el desierto los cuerpos de los fallecidos saharauis en el desmantelamiento de Gdeim Izik y por eso impide el acceso a la zona de periodistas extranjeros. Denunció que Rabat está intentando ocultar a la comunidad internacional «una auténtica masacre».
Detenciones abusivas
El Frente Polisario, que reconoce la dificultad de realizar un recuento, informó en un comunicado de que el asalto al campamento Gdeim Izik ha dejado decenas de muertos, más de 4.500 heridos, más de 2.000 detenidos -«algunos liberados tras ser brutalmente torturados y en estado muy crítico»- y más de 150 desaparecidos, y aseguró que El Aaiún «se mantiene en estado de sitio» y que las fuerzas de seguridad marroquíes «continúan atacando las viviendas de los ciudadanos saharauis, deteniendo a todo el que encuentran, apaleando a familias enteras y secuestrando a jóvenes».
Señaló que se trata de «detenciones abusivas e indiscriminadas que van seguidas de largas torturas» y dijo que la Policía «maneja listas concretas de personas y viviendas, diferenciando sus ataques entre jóvenes de la Intifada y defensores saharauis de derechos humanos».
El Polisario indicó que los detenidos son trasladados al cuartel de la Policía, al de las Fuerzas Auxiliares, a la Cárcel Negra de El Aaiún, a tres cuarteles del Ejército, a la escuela de secundaria Alal ben Abdala, a dos espacios habilitados en el campo de fútbol y a un cuartel de la playa de la capital saharaui. Respecto a los heridos, admitió que es muy difícil conocer su estado y evolución ya que muchos permanecen ocultos en sus casas por el «terror» que se vive en El Aaiún.
Un primer informe hecho público el martes por el Gobierno saharaui informaba de 19 muertos, 723 heridos, más 159 personas alcanzadas por armas de fuego. Por su parte, las autoridades marroquíes anunciaron ayer la muerte de un segundo civil saharaui y del undécimo policía y la Asociación Sahara Marroquí (ASM) rebajó el número de arrestos hasta los 172.
El diario marroquí «Asabah» informó ayer de que hasta ahora han comparecido ante el juez 78 de las personas detenidas, acusadas de «asesinato, provocación de incendios, sabotaje de instituciones públicas e inmuebles privados o comunicación con el extranjero para socavar la seguridad interna del Estado».
Los ayuntamientos de Bilbo y Mallabia han condenado la represión marroquí sobre el pueblo saharaui. La Coordinadora Estatal de Asociaciones de Amistad y Solidaridad con el Pueblo Saharaui (CEAS-SAHARA) ha convocado hoy una manifestación en Madrid. En Lizarra, ayer se concentraron 41 personas.
El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, definió ayer la relación con Marruecos como una cuestión de Estado y «prioritaria» para su Gobierno y se limitó a expresar su «profunda preocupación» por lo que está ocurriendo en El Aaiún, donde uno de los saharauis fallecidos tenía documentación española.
Consideró la postura de su Ejecutivo «responsable» y «la más apropiada» para la resolución del conflicto y para los intereses españoles, y abogó por el diálogo entre Marruecos y el Frente Polisario. Dijo que se debe tener información «completa» de lo sucedido y recordó que las noticias son «contradictorias».
En parecidos términos se expresó su ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, quien indicó que el Gobierno no puede condenar lo sucedido ante la «confusión» existente y reiteró que Madrid ha pedido a Rabat que esclarezca «urgentemente» la muerte del saharaui Baby Hamdai Buyema.
Insistió en mantener las actuales relaciones «sólidas» con Rabat, que estimó una prioridad de la política exterior española por razones de seguridad y porque Marruecos es un «socio clave». GARA