Uno no entiende reacciones suscitadas tras la eliminación copera. A todos nos gustaría ver a la Real jugar una final y ganarla, pero es muy difícil y el desgaste de jugar esa competición, por ejemplo, hasta cuartos de final no tiene ninguna recompensa ni económica, ni deportiva. Todo lo contrario. Las taquillas en Copa, salvo que medie un duelo con Barcelona, Real Madrid o Athletic, no llegan para costear la apertura del estadio. Las televisiones ni dan un partido como el del miércoles entre dos Primeras y para disputarlo en Almería sin someter a la plantilla a un viaje leonino de 2.400 kilómetros en autobús es necesario un vuelo charter con el alto coste que eso implica.

La Copa sólo tiene sentido como se jugaba antes, por cercanía geográfica y a un partido, y dando la oportunidad de jugar a los que no lo hacen en la Liga. Lo peor no es que la Real cayera eliminada, sino que viajaron a Almería todos los titulares disponibles menos los dos a los que menos les afectaba ir; Bravo por su posición y Carlos Martínez por su portento físico y porque no iba a jugar, como no jugó en la ida. Que jugaran los otros ocho, seis desde el inicio, cinco los noventa minutos, entre ellos tres muy cargados de partidos como De la Bella, Griezmann y Xabi Prieto, merma el potencial del equipo para esta tarde.

El Hércules, con un desplazamiento más corto hasta Málaga y con muchos lesionados, sólo utilizó en Copa de salida a cuatro titulares en Iruñea, dos defensas, que son a los que menos les afecta la acumulación de partidos y a uno de ellos no se le espera de inicio hoy, y a dos jugadores que sólo habían jugado 65 minutos en Iruñea. De los titulares de Copa, a sólo cuatro se les espera que repitan hoy, por siete en la Real. Y al mayor desgaste del viaje y del partido de los titulares, se suma un segundo viaje a Alicante. Desde el miércoles hasta ayer, los realistas han estado tres días de viaje.

Al final los dos han quedado eliminados y ante un partido de rivales directos como el de hoy, el Hércules parte con la ventaja de que sus titulares van a jugar más descansados. Eso no garantiza nada, pero la Real jugará en desventaja con su rival ante un partido importantísimo. Porque ganar hoy implicaría distanciar a un rival directo en diez puntos y perder lo acercaría a cuatro ante el inicio de un calendario muy complicado. Porque la euforia y las expectativas de la Real hay que aparcarlas hasta llegar a la jornada 22. Entonces veremos donde puede estar la Real tras la dura serie de duelos ante todos los cocos de la Liga.