MOVIMIENTOS POLÍTICOS EN EUSKAL HERRIA
El PSE asume la necesidad de una mesa política, «pero no ahora»
La cuestión de la mesa de partidos y el diálogo político pendiente vuelve a primera plana tras incluirse entre las funciones definidas para el Grupo Internacional de Contacto (GIC) presentado por el facilitador Brian Currin. El PSE respondió ayer, a través de su portavoz, que sólo la aceptará «si ETA desaparece o Batasuna hace lo que debe, no en este momento político, porque supondría pagar un cierto precio político, un camino que no estamos dispuestos a recorrer».
R.S. | DONOSTIA
Facilitar y alentar el diálogo político multipartito en búsqueda de un nuevo consenso es una de las funciones de la que se ha dotado el Grupo Internacional de Contacto (GIC) que está ultimando el abogado sudafricano Brian Currin. El anuncio ha obligado a posicionarse sobre todo al PSE, que por el momento intenta ganar tiempo. Ya anteayer, el ministro de Interior y vicepresidente español, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó que no contemplan ninguna mediación internacional mientras ETA no deje la lucha armada. Y ayer, el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, dijo otro tanto respecto a la mesa de partidos.
En declaraciones hechas en Bilbo tras reunirse con el nuevo secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, Pastor expuso que si ETA desaparece o «si Batasuna hace realmente lo que tiene que hacer, que es romper el vínculo que todavía le une a ese mundo, se podrá hacer una mesa de partidos sólo con partidos legales y exclusivamente democráticos».
«Desde luego, no en este momento político», manifestó Pastor, que añadió que hacerlo ahora supondría «pagar un cierto precio político, establecer contrapartidas a ETA por el alto el fuego, un camino que no estamos dispuestos a recorrer».
A partir de ahí, pidió ser «absolutamente prudentes, sensatos, responsables y discretos. Me gustaría que la discreción que está empezando a instalarse en la política vasca se instalara en el resto de España».
Pastor dijo respetar a Currin, pero más agresivo se mostró el dirigente alavés del PSE Txarli Prieto en una tertulia matinal en Radio Euskadi. Acusó al facilitador sudafricano de «estar defendiendo determinados postulados políticos y patinando sobre un terreno que no le corresponde. Nadie le ha llamado», le espetó.
Por su parte, en la comparecencia junto a Pastor, Marcelino Iglesias fue preguntado por las declaraciones de Arnaldo Otegi en el juicio que ha sufrido en Madrid. Respondió que ve «una evolución en el discurso» de la izquierda abertzale, pero que «no es suficiente para lo que es exigible en este momento».
PNV, EA y Aralar
Desde el PNV, Iñigo Urkullu coincidió con Pastor en la necesidad de «hablar y especular menos», e incluyó en este criterio a «los mediadores-facilitadores internacionales». El presidente del EBB alertó de que ya se sabe qué ha ocurrido cuando otros procesos de paz se han convertido en «procesos de especulación mediática».
Su compañero Joseba Egibar fue preguntado sobre las elucubraciones en torno a futuros posicionamientos de ETA y a fechas concretas. Dijo que no se puede entrar en este tipo de cosas, pero que cuando se produce una comparecencia del calado de la de Brian Currin el viernes en Bilbo «se supone que la labor de cocina está hecha. Lo quiero pensar y todo el mundo lo piensa», dijo en Radio Euskadi.
Pello Urizar, secretario general de EA, aplaudió el trabajo de Currin porque «nos acerca a una realidad de normalización y pacificación, y demuestra que hay posibilidades de apoyo internacional». Puso en valor también las palabras de Otegi y reclamó movimientos al Estado español, al que recordó que en el proceso irlandés «se demostró que excarcelar presos y dirigentes fue positivo».
Desde Aralar, su líder, Patxi Zabaleta, se mostró optimista, pero incidió en deslindar paz y soluciones políticas: «Nada conseguido a cambio de la paz valdría para nada, ni nosotros mismos lo podríamos aceptar».