Nueva derrota a domicilio
Un cristal de Bohemia en la maleta
El Atlético de madrid se mostró mucho más contundente en ambas áreas, con papel estelar para De Gea y el uruguayo Diego Forlán, autor de dos tantos tras doce partidos de sequía. La expulsión de Monreal en el minuto 60 cortó cualquier posibilidad de reacción.
ATLÉTICO DE MADRID 3
OSASUNA 0
Jon ORMAZABAL
Osasuna cada vez se parece más a esos equipajes que, por su extrema fragilidad, suele viajar claramente identificado con una pegatina de muy frágil pero que nunca llega intacto a su destino. Con los síntomas que demuestra lejos de Iruñea, puntuar lejos de casa es para los rojillos como tratar de traer a casa una delicada pieza de bohemia en la maleta previo paso por varios aeropuertos. Es cierto que los de Camacho mejoraron ayer la imagen mostrada hace quince días en Santander, pero mostrándose tan poco contundentes en ambas áreas resulta imposible puntuar fuera.
También es cierto que no siempre se encontrarán enfrente con una delantera rival de tanta calidad, pero alguna tecla habrá que tocar cuando semana tras semana se vuelve a ser excesivamente blando atrás, delante se necesitan tantas oportunidades para marcar un gol y, por contra, las jugadas a balón parado sólo son motivo de problemas y ni siquiera se llega a crear peligro al rival.
Pero ayer la principal diferencia entre Osasuna y el Atlético de Madrid estuvo en los extremos, con Forlán -llevaba doce partidos sin marcar- y De Gea como factores desequilibrantes.
Y eso que Osasuna, ni mucho menos salió amilanado al césped del Calderón, salió a jugarle de tú a tú al Atlético de Madrid y en líneas generales se puede decir que no fue inferior a su rival en tres cuartas partes de cancha, pero sí en las dos áreas y esta diferencia se saldó con un 2-0 favorable a los colchoneros.
Y es que, los dos porteros se convirtieron en protagonistas en unos primeros minutos en los que Ricardo aguantó perfectamente a Agüero en un mano a mano y De Gea también se lució ante un remate de cabeza a bocajarro de Nekounam tras centro desde la derecha de Juanfran. Aranda y el propio extremo alicantino también llevaron peligro a las inmediaciones del área rojiblanca, pero fue Ricardo el primero en flaquear en este intercambio de golpes y Forlán lo aprovechó para terminar con su sequía de 12 partidos.
Aunque adolece de falta de un buen canalizador, el equipo madrileño cuenta con una delantera de lujo y, a poco que Reyes acierte en la conducción, son capaces de partir a cualquiera. Así nació el primer tanto, con una combinación entre el sevillano y el argentino, cuyo remate no atajó bien Ricardo y el uruguayo no lo desaprovechó.
Tras cinco minutos de zozobra, Osasuna recuperó el aliento y dispuso de otra gran ocasión, en una internada de Aranda que sacó De Gea con la punta de sus dedos, pero en este caso Soriano y Juanfran se pasaron de frenada y no llegaron al rechace.
Esta diferencia en la definición se convirtió en abismo sólo dos minutos después, cuando los tres jugadores ofensivos rojiblancos volvieron a combinar y su triangulación volvió a terminar en gol. Esta vez fue Forlán el que recibió de Reyes, ganó la línea de fondo y sirvió para que Agüero sólo tuviera que empujarla de cabeza.
En un inicio de segunda parte bastante esperanzador, Juanfran probando fortuna desde lejos y Masoud en un disparo raso ante el que volvió a lucirse De Gea, sucedió esa circunstancia extraña de la que Camacho ya había advertido en la previa.
Expulsión de Monreal
Y es que, como ya le sucedió a Osasuna en sus dos visitas a Riazor y en su desplazamiento al campo del Espanyol, los rojillos volvieron a quedarse con diez por una más que rigurosa expulsión de Monreal en el minuto 60 por interceptar un balón con la mano.
Esta expulsión llevó a Camacho a mover su banquillo, dando entrada a Nelson por Soriano y el primer cambio por voluntad propia se retrasó hasta el minuto 70, en el que dio entrada a Lekic por Aranda. Sin embargo, no hubo tiempo de comprobar la idoneidad de este relevo, ya que la definición que buscó el murciano la demostró Forlán apenas dos minutos después, rompiendo la cintura a Lolo y colocando el balón en la escuadra de Ricardo haciendo el tercero.
De esta manera, los últimos minutos se convirtieron en un auténtico trámite en el que Osasuna ya comenzó a darle vueltas al próximo partido en El Sadar, que siguen siendo obligaciones sin posibilidad de fallo tras sus continuos fiascos fuera.
José Antonio Camacho aseguró ayer, tras la derrota frente al Atlético de Madrid que la diferencia es que su rival tiene «mucha pegada arriba», dijo que el 3-0 era demasiado castigo y consideró que la expulsión de Monreal no había sido justa.
«El Atlético tiene mucha pegada arriba y ha sido la diferencia en el partido. Nosotros hemos tenido nuestras oportunidades de meter gol. Hay una diferencia muy grande entre ellos y nosotros en la parte de arriba», valoró el técnico, que indicó que la «diferencia no ha sido tanta» como ha reflejado el marcador.
«Ellos tienen un equipo muy fuerte arriba, una fortaleza», continuó el técnico rojillo, que explicó que Osasuna «sale a ganar, hace sus ocasiones de gol, pero tenemos que trabajar mucho, hacer muchas ocasiones, no tener fallos y al primero que tenemos lo pagamos».
Además, lamentó la expulsión de Natxo Monreal. «Estaba preparado para cambiarlo. Sabía que el único que tenía tarjeta nos lo iban a expulsar seguro», dijo el murciano, que consideró que la segunda amarilla no había sido justa. «La mano no la puede quitar. El jugador estaba en la banda para cambiarlo por Monreal. Cuando juguemos fuera de casa voy a entrenar más de un día con diez», ironizó. «El cambio lo tenía previsto para hacerlo. Es difícil que terminemos un partido con once. Como sé que puede ocurrir, intentaba que no ocurriera».
En parte, Quique Sánchez Flores dio la razón a Camacho al señalar que el conjunto rojiblanco, con el argentino Sergio Kun Agüero y el uruguayo Diego Forlán «en forma, es infinitamente mejor equipo». A su vez, destacó también la labor de Mario Suárez.