GARA > Idatzia > Kirolak> Mendia

Escalada Exploración

4.500 metros de roca virgen en 3 meses de viaje a Groelandia

Sean Villanueva, Ben Ditto y los hermanos Olivier y Nico Favresse exploran los grandes muros de granito de la isla. En total escalaron nueve líneas en un estilo implacable; sólo pusieron un único parabolt. El cuarteto viajó en un velero dirigido por Bob Shepton.

p040_f02.jpg

Andoni ARABAOLAZA

«Escalando alrededor del mundo». Ese es uno de los lemas que últimamente reivindican los escaladores Sean Villanueva, Ben Ditto y los hermanos Olivier y Nico Favresse. Esa «bandera» les está llevando a la búsqueda de grandes paredes que llevan consigo el sello alpino. Y decimos escaladas alpinas, ya que el cuarteto es muy fiel a unos principios éticos. En su última expedición, la que les ha llevado a Groelandia, sólo instalaron un parabolt.

Exploración y escalada alpina han sido las dos piezas centrales de la nueva aventura de estos escaladores. Una nueva aventura de 3 meses para conocer, explorar y escalar paredes vírgenes de la gran isla. Un viaje «bañado» en roca y también en las aguas abiertas del Atlántico, y es que los cuatro escaladores navegaron en un velero capitaneado por Bob Shepton.

Una expedición larga en el tiempo por las inexploradas paredes graníticas de Groelandia que ha tenido unos resultados muy efectivos. El cuarteto formado por Villanueva, Ditto y los Favresse ha escalado-abierto nueve líneas que se traducen en 4.500 metros de roca virgen. Y un detalle significativo al que hemos hecho referencia: en todas sus aperturas solo instalaron un parabolt.

Un dato que llama mucho la atención y al que el propio Nico Favresse quiere referirse: «Estamos realmente satisfechos con los resultados. Ha sido importante escalar 4.500 metros, pero también cruzar toda la cordillera. Sólo instalamos un parabolt, ya que no pudimos proteger ese tramo; y es que era demasiado aterrador y díficil escalar sin esa protección. Simplemente no fuimos lo suficientemente valientes para dejarlo limpio o retirarnos. Siempre hay margen para la mejora. Eso sí, la razón principal o el resultado de las aperturas de todas estas vías se debe en gran medida a que las paredes presentaban un buen número de fisuras. Algunas de ellas cubiertas por hierba, pero siempre teníamos alternativas para no meter ningún parabolt. Con un poco de imaginación y experiencia siempre encuentras más lugares donde protegerte. Algunas veces parecía que sería imposible, pero van saliendo. Hemos tenido suerte de realizar escaladas limpias. A excepción de un buen susto cuando alguna que otra laja se rompía».

Así pues, por estilo y ética poco o mejor dicho nada se les puede achacar. Y es que en 4 kilómetros y medio de nuevas aperturas sólo apereció en escena un parabolt. No es la primera vez que el propio Favresse incide en esta temática. A la vuelta de Groelandia y con el gran resultado entre manos sigue reivindicando el lema «lo más limpio posible»: «Para mí sólo hay una manera de hacer las cosas. Cada vía es difereente y la `zona gris' es enorme. Hay que pensar antes de actuar. La mejor opción es mantener las vías lo más limpias posible. Lo ideal sería no utilizar parabolt, clavos, sicas... pero esto es sólo un ideal que es bastante difícil de seguir para la mayoría de los escaladores; por supuesto, incluyéndome a mí. Y nunca hay que pensar que la forma de escalar de cada uno es la mejor y la única. Siempre hay espacio para la evolución. La evolución nos debe llevar a aprender y a disfrutar de la escalada con el mínimo impacto».

Un gran viaje

El escalador belga no tiene ninguna duda de que esta última expedición por las paredes graníticas de Groelandia ha sido un gran viaje. «Entre otras cosas, porque éramos un pequeño grupo de amigos que ha disfrutado de la escalada y de la navegación a vela; esto último algo nuevo para nosotros. Hemos tenido mucha suerte con el tiempo, y gracias a ello hemos podido escalar mucho. Y apenas tuvimos que hacer aproximaciones, algo que nos ha parecido revolucionario. También ha sido una gran experiencia, porque hemos navegado por el mismo camino que lo hicieron hace cientos de años los primeros grandes exploradores. Era como volver atrás en el tiempo, sin tecnología moderna la aventura es aún mayor. Además fue muy agradable disfrutar de la energía del Reverendo Bob Shepton. ¡Tiene la suficiente edad para que sea nuestro abuelo! A menudo nos contaba historias de sus aventuras, y me sentía como ese niño que le escucha al abuelo».

A pesar de ser su primer viaje en velero, Favresse afirma que la experiencia que más le marcó fue un caída mientras escalaba: «Tuve un vuelo de 15 metros con un factor 2. La roca que tenía en la mano voló, cortó una cinta y de repente me encontré boca abajo. Fue pura suerte que no me pasara nada. El sabor de la cerveza es incluso mejor ahora. En serio, no fui cuidadoso para evitar la caída. Ha supuesto una experiencia de aprendizaje».

9 vías

En la zona de Upernavik cayeron 4 líneas. Un área de muros verticales que nacen en la misma agua del mar y con roca excelente, aunque sucia y con vegetación.

«Red chili crackers»: 350 m, 5.12-R. «Seagull´s garden»: 400 m, 5.11. Ambas vías en el bautizado como Red Wall. «Brown balls wall»: 400 m, 5.12, en el Brown Ball Wall. Quedaron por liberar 10 metros en una sección mojada y sucia. Y «Devil´s brew»: 850 m, 5.12+. 11 días para la apertura, con 3 campos de hamacas y ni un solo parabolt, en la llamada Imposible Wall.

Ya en el sur y con ambiente más alpino, en el Cape Farewell, abrieron las restantes 5 rutas. Escalaron agujas graníticas de roca limpia y fisuras perfectas. «Corned beef»: 540 m, 5.11. «Condensed milk»: 450 m, 5.11. Ambas en la aguja bautizada como Shepton Spire. En Angnikitsoq se hicieron con «Never again» (500 m, 5.10). Y las dos últimas en Angeqoq Tower. «Chloé», una línea de 550 metros y dificultades de 5.11+ offwidth. Y finalmente «The Chinese gibe». Otros 550 metros, y la misma dificultad técnica de la anterior, 5.11+ offwidth.

groelandia

Sean Villanueva, Ben Ditto y los hermanos Olivier y Nico Favresse han sido los protagonistas de este viaje de escalada y navegación de tres meses.

perfectas fisuras

Cuatro de las aperturas se realizaron en la salvaje zona de Upernavik, y las restantes otras cinco en Cape Farewell con ambiente mucho más alpino. En general se encontraron con muy buenas fisuras.

efectividad

El cuarteto escaló en total 4.500 metros de roca virgen. Fieles a su estilo y ética, los escaladores sólo dejaron en sus aperturas un parabolt.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo