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Israel estudia la oferta de EEUU para frenar unas semanas la colonización

El Gobierno israelí examina una nueva moratoria parcial de la colonización, limitada a Cisjordania y por un plazo de noventa días, propuesta por EEUU a cambio de una alianza reforzada de seguridad. Washington pretende lograr un aplazamiento en la amplicación de los «asentamientos ilegales» que permita la reanudación del diálogo, pero los palestinos insisten en que la suspensión debe ser «global» e incluir Jerusalén Este.

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presentó ayer a su gabinete el plan estadounidense que busca una congelación temporal en la ampliación de las colonias en Cisjordania a cambio de incentivos diplomáticos y de seguridad. En concreto, si Israel extiende 90 días su moratoria Washington promete no buscar nuevas prórrogas y vetar cualquier intento en la ONU de forzar un acuerdo de paz unilateral, además de reforzar su «ayuda militar avanzada»: cazas F-35, el avión militar más moderno de EEUU, valorados en 3.000 millones de dólares.

De vuelta de EEUU, Netanyahu presentó al Consejo de Ministros la iniciativa de Washington para reactivar el diálogo entre Israel y la Autoridad Palestina (ANP). «Esta proposición aún no es definitiva», declaró Netanyahu al comenzar la reunión. «De todas maneras, insistiré para que toda proposición responda a las necesidades de seguridad del Estado de Israel, tanto a corto plazo como con respecto a las amenazas que deberemos afrontar en la próxima década», subrayó.

El primer ministro dijo que cualquier moratoria en las colonias no se aplicará a Jerusalén Este, que Israel ocupó durante la guerra de 1967 y que los palestinos reivindican como capital de su futuro Estado.

Según el diario «Yediot Aharonot», Israel debe responder a la propuesta antes de que concluya noviembre, por lo que podría votarse en los próximos días.

A pesar de que la propuesta de EEUU no incluiría las colonias de Jerusalén Este y descartaría la petición de nuevas prórrogas, la mayoría de los miem- bros del Consejo de Ministros y del minigabinete de Asuntos de Seguridad israelí se muestran reacios a aceptarla. Para el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Estratégicos, Moshe Yaalón, la nueva moratoria es «una trampa dulce» que llevará a Israel «a una nueva crisis con la Administración estadounidense dentro de tres meses, o quizás incluso antes».

El ministro de Interior y líder del partido ultraortodoxo Shas, Eli Yishai, que en principio ponía la condición de que Jerusalén Este quede verdaderamente fuera de la moratoria y un compromiso de Barack Obama de que no exigirá más moratorias, ayer comunicó que se abstendrá. «El rabino Ovadía Yosef (su líder espiritual) no quiere ser el causante de la interrupción del proceso de paz», explicaron fuentes del Shas, que no quiere ver caer al Gobierno de Netanyahu.

«Altamente improbable»

Pero la oferta estadounidense cuenta con muchos objetores entre los negociadores palestinos que consideran, en palabras del jefe del equipo, Saeb Erekat, «altamente improbable» que vuelvan a la mesa de negociaciones con esa moratoria que excluye a Jerusalén Este y es sólo de tres meses.

Nabil Shaath, otro de los veteranos del equipo negociador, tachó la propuesta de «ridícula». «No vamos a aceptar una nueva moratoria que no incluya Jerusalén y en la que se produzcan otras 900 violaciones, como se produjeron en los diez meses que duró la anterior».

«Esta es una postura firme y es la única que puede salvar el proceso de paz», aseguró Nabil Shaat, para quien el supuesto acuerdo entre EEUU e Israel «destruye toda la credibilidad en este proceso de paz».

Asimismo, criticó a Washington por «recompensar» y «ofrecer regalos» a quien «no está respetando los compromisos adquiridos», en referencia a la Hoja de Ruta (plan de 2002).

Para retomar el diálogo con Israel, la ANP exige una suspensión «global» de la colonización en Cisjordania e incluir Jerusalén Este, señaló ayer Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente de la ANP, Mahmud Abbas.

El consejo representativo de los 300.000 colonos sionistas en Cisjordania estimó que «la demanda para renovar el cese es una trampa en la que Israel no tienen que caer».

Denuncian la quema de más de 200 olivos por parte de colonos

Los habitantes palestinos del norte de Cisjordania acusaron ayer a los colonos sionistas de la quema de 200 de sus olivos y de la tierra circundante.

Los responsables de la quema fueron vistos regresando a la colonia de Elon Moreh, cerca de Nablús, después de haber prendido fuego a los árboles en terrenos de la aldea palestina de Salem, señaló a AFP Adli Ashtiyeh, portavoz del consejo local. Agregó que el Ejército israelí había sido informado y un portavoz militar israelí dijo que no se había presentado denuncia contra los colonos y que las tropas desplegadas allí consideraron el «incidente como un fuego, pero no un incendio provocado».

Ashtiyeh indicó que los árboles están en un terreno adyacente a la colonia, al que Israel impide el acceso a sus propietarios palestinos por «razones de seguridad».

El olivo es el símbolo del pueblo palestino y de su conexión con la tierra. Más del 50% de su población participa en la recolección de las aceitunas, que comienza oficialmente la segunda semana de octubre. La cosecha suele provocar un incremento de la tensión entre los palestinos y los colonos que residen en las colonias de Cisjordania, todas ellas ilegales.

En octubre, los colonos de Elon Moreh fueron acusados de inundar con aguas residuales los huertos de olivos de la aldea palestina de Deir al-Hatab, lo que los sionistas tacharon de «campaña de difamación». GARA

más de 1.600

Desde el fin de la anterior moratoria, el 26 de setiembre, los colonos judíos han levantado los cimientos de 1.649 viviendas, tantas como las que construyeron en todo el año 2009, según un estudio del movimiento israelí «Paz ahora».

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