Liga ACB
Cierra filas en torno a sí mismo
El Baskonia, confiando casi exclusivamente en sus jugadores del año pasado, vence al Zaragoza amparado en un gran primer cuarto.
CAI ZARAGOZA 70
C. LABORAL BASKONIA 84
Jon ORMAZABAL
El Baskonia, y especialmente Dusko Ivanovic, cerraron filas en torno a sí mismo para cerrar las heridas abiertas el pasado miércoles con la derrota ante Zalgiris y sumar una victoria balsámica previa a la complicada visita a Belgrado. Ante las primeras dudas serias de la temporada, el técnico montenegrino recurrió a su guardia pretoriana y, con los roles muy bien definidos con un quinteto compuesto por Huertas, Oleson, San Emeterio, Teletovic y Barac, con aportaciones puntuales de Ribas, sacó adelante el partido con bastante solvencia.
A pesar de que el cansancio acumulado fue uno de los argumentos esgrimidos por más de uno a la hora de justificar el tropiezo entre semana ante los lituanos, Dusko Ivanovic redujo las rotaciones casi a su mínima expresión y cuatro de sus cinco titulares -todos salvo Huertas (9)- respondieron con valoraciones de 19 o más.
En este sentido destaca el nuevo paso adelante de un Brad Oleson que, poco a poco, va recuperando sensaciones y su esfuerzo sobre la cancha empieza a verse reflejado en las estadísticas, y sobre todo la importancia de Stanko Barac como termómetro del equipo. Con sus limitaciones, cuando el croata está cómodo sobre la cancha y el Baskonia puede conectar con él, el juego es mucho más equilibrado y todos pueden aportar. Ayer el Zaragoza rehuyó casi por completo al cuerpo a cuerpo interior, limitándose casi exclusivamente al juego exterior y fue ese mayor equilibrio azulgrana el gran artífice del triunfo baskonista, por muy buen papel que terminaran realizando Quinteros y Cabezas, ante el que pudo haber sido su equipo.
El Baskonia salió decidido a que el Cai Zaragoza pagara los platos de la derrota ante Zalgiris. Con Barac dominador en la zona y reivindicándose tras el fiasco del miércoles, San Emeterio otra vez muy incisivo y aportando en todas las facetas, un juego equilibrado, acierto exterior y 40 de valoración para un 9-29 en el primer cuarto, los azulgranas sacaron de la pista a un rival que no mostraba ninguna capacidad de reacción y además perdía momentáneamente a Paolo Quinteros, su mejor hombre, por un golpe en la rodilla.
Sin embargo, tras un primer cuarto rayando la perfección, las rotaciones no le hicieron ningún bien al equipo, jugar con tres pequeños esta vez fue un error y todo el orden y paciencia del primer cuarto se convirtió en precipitación y abuso del tiro exterior. Al Zaragoza le vino de perlas que el juego se enredara tanto, demostró que su tiro exterior también es temible -ayer se enfrentaban los dos mejores equipos de la ACB desde 6,75- y redujo la diferencia a 11 (36-47) en un cuarto antagónico al primero.
Vuelve el orden
Para que no se repitieran los problemas que sufrieron en el segundo cuarto, en el que los aragoneses llegaron a acercarse a ocho puntos, Ivanovic volvió a recurrir a su quinteto inicial con el claro propósito de recuperar el orden y el equilibrio.
La apuesta volvió a salir bien, ya que hasta Barac se animó con un triple para responder a los intentos de reacción de Quintero y Cabezas, pero además sumaron muchos más rebotes, ante un rival que constantemente rehuía de la zona.
El último cuarto parecía propicio para repartir esfuerzos, pero Ivanovic decidió ir con los mismos hasta el final.
El eslovaco declaró que todavía no ha hablado con nadie del club sobre su futuro, pero asume que el de Belgrado este miércoles puede ser su último con la camiseta azulgrana, ya que «el club tiene dos muy buenos cuatros».
El Manresa, próximo rival del Lagun Aro GBC, consiguió estrenar por fin su casillero de victorias ayer en el Centro de Tecnificación, venciendo al Alicante por 67-70 gracias a un triple de Jordi Grimau a cuatro segundos del final del partido.
Otro resultado de una jornada con pocas sorpresas se dio en Málaga, donde Estudiantes confirmó su recuperación y sumó su segunda victoria consecutiva imponiéndose por 53-64 a un Unicaja que no termina de carburar.
Otro que no rinde lo esperado, pese al cambio de entrenador y los 25 puntos de Rafa Martínez, es Valencia, que cayó derrotado en Valladolid, otra de las revelaciones del campeonato y que sigue peleando por la Copa.
En otro partido, a priori, muy interesante, el Barcelona mantuvo el liderato gracias al average, tras imponerse al Fuenlabrada por un cómodo 76-62.