Al Real Madrid le costó horrores mantener el liderato de Primera en un estadio, El Molinón, que fue una auténtica olla a presión tras el intercambio de declaraciones entre los técnicos de la escuadra merengue, Jose Mourinho, y del Sporting, Manolo Preciado, a raíz de que el luso insistiera en que el cántabro no había sacado un equipo de garantías frente al Barcelona.

Sólo un remate de Higuaín bajo palos y en posible fuera de juego a falta de ocho minutos para el final le salvó a los merengues de perder tan privilegiada posición en un partido que se trabó sobremanera, con un conjunto local que llevó a los madrileños a su terreno durante muchas fases del encuentro, lo que estuvo a punto de premiarles al menos con un punto, que finalmente se tradujo en una derrota por la mínima (0-1).

Así, excepto el primer cuarto de hora y algunos periodos de la segunda mitad, el Real Madrid apenas llevó el dominio con claridad y sólo la pegada de su delantero argentino le salvó de un empate que habría propiciado que el Barcelona le superara en la cabeza de la tabla. El Sporting se quedó, además, con uno menos al ser expulsado Botía -el central no estará en El Sadar- por una dura entrada sin balón sobre Cristiano Ronaldo.

Valencia y Sevilla, a la zaga

Los triunfos de Valencia sobre el Getafe (2-0) y Sevilla en Zaragoza (1-2), sumados a la derrota del Villarreal en el Camp Nou el sábado, aprietan el grupo de perseguidores de los dos grandes, quienes comienzan a poner tierra de por medio. La victoria de los ché se fraguó a raíz de un golazo de Tino Costa en el minuto 7, mientras que los hispalenses, que estaban jugando en inferioridad numérica tras ver la roja Fernando Navarro, se aprovecharon de un error de Jarosik en la prolongación para que Negredo marcara el definitivo 1-2.

Otro equipo en progresión ascendente es el Deportivo -a dos puntos del descenso-, que consiguió arrancar un empate a cero en Son Moix. El mismo raquítico resultado se dio en El Sardinero, en el que los propietarios desperdiciaron un penalti. Por otro lado, al Málaga le sentó bien la llegada de Manuel Pellegrini sacándole del descenso en su primer encuentro liguero y metiendo a un rival directo, el Levante, en los puestos de la quema, al ganarle por 1-0.