«Lady Gaga y la sociología de la celebridad» es una de las nuevas materias que será impartida en la Universidad de Carolina del Sur a partir de la primavera del año que viene. En el campus, la información circula ya entre los estudiantes.

«El caso de la notoriedad de Lady Gaga es sociológicamente pertinente como objeto de estudio en cuanto a la cultura popular y las condiciones actuales de la celebridad se refieren», asegura el profesor Matthieu Deflem, quien dirigirá el curso.

Autoproclamado seguidor de la diva americana, cuyos trajes extravagantes, tacones de vértigo y vídeo clips, no dejan indiferente a nadie, Deflem se interesa por la cultura pop que se ha venido desarrollando a partir de los años 60.

«La celebridad de Lady Gaga es un fenómeno actual que creará eco entre los intereses de los estudiantes», deduce quien es profesor de derecho internacional desde hace quince años.

Ascensión fulgurante

El docente, de 48 años de edad, se ha encontrado con Lady Gaga cinco veces y ha acudido a sus conciertos en 29 ocasiones, y afirma que su ascensión fulgurante hasta convertirse en una estrella internacional es única hoy en día.

«Su notoriedad ha crecido en los dos últimos años en una sociedad muy diferente en comparación a las de las décadas pasadas», explica Deflem, quien considera que «la influencia de internet y de las nuevas tecnologías ha sido especialmente influyente».

Del primer álbum de la cantante, publicado en 2008 con el single «Poker Face» a la cabeza, se han vendido más de 15 millones de ejemplares en todo el mundo y las ganancias económcas que ello ha generado han sido millonarias. En su portal de internet, Lady Gaga habla de su trayectoria, desde la «precoz niñez», cuando «bailaba sobre escenarios de restaurantes elegantes de la costa Este» haciendo de majorette hasta la «exhibicionista de hoy en día».

Los estudiantes de la Universidad de Carolina del Sur parecen ver con buenos ojos la nuea propuesta de estudio que les ofrece el centro. «Pienso que el curso `Lady Gaga y la sociología de la celebridad' tendrá un efecto positivo en términos de imagen para nuestra universidad, porque muestra que la oferta del centro es variada y que no solamente se ofrecen al alumnado los cursos habituales», afirma Kirk Broome, estudiante de Empresariales. «Hay también un viejo dicho que dice que toda publicidad es buena publicidad», sentenciaba.