CRíTICA cine
«Los otros dos»
Mikel INSAUSTI
El tándem cinematográfico que forman el director Adam McKay y el actor Will Ferrell me provoca siempre sensaciones encontradas, porque soy admirador del cómico, pero no así del realizador, que me parece mediocre y burdo a la vez. Entiendo que ambos proceden de la misma cantera televisiva del programa “Saturday Night Live”, aunque ese tipo de viejas fidelidades pienso que nacen de la necesidad de agruparse dentro del humor, la más difícil de las disciplinas y la que obliga a hacer verdaderos esfuerzos para mantener la aprobación del público. Y, como ya se sabe que los espectadores son los jueces soberanos de la comedia, no hay nada que objetar al gran éxito de “Los otros dos”, porque eso quiere decir que el público se ríe con la película. Yo lo hice sólo a ratos, pues me parece un producto desigual en el que funcionan algunos gags y otros no, tal como sucede en los shows de la pequeña pantalla divididos en sketeches. El metraje se puede hacer largo, sobre todo una vez sobrepasada la hora y media.
En principio la idea para renovar el esquema genérico de las buddy movies es buena, porque en lugar de jugar como de costumbre con los caracteres antitéticos de los dos componentes de la pareja policial de turno, lo que hace el guionista Chris Henchy es confrontar a dos parejas distintas de policías.
Una prometedora innovación que en el avance promocional está presentada como si de una partido de dobles de tenis se tratara, pero luego, en la película completa, dicho paralelismo se diluye y es más inconstante. A la hora de la verdad el genial dúo formado por Samuel L. Jackson y Dwayne Johnson no pasa de secundario, dejando todo el protagonismo al estelar que componen Will Ferrell y Mark Wahlberg. Y éstos no igualan a aquellos, habida cuenta de que Wahlaberg es la primera vez que prueba con un papal caricaturesco y la inexperiencia en tales lides le pasa factura. No olvidemos que Ferrell es un grande la comedia idiota y necesita a su lado tipos todavía más impresentables que él.
