Maite SOROA | msoroa@gara.net
Hablan los amantes del conflicto
El juicio de la semana pasada contra Otegi, Permach y Alvarez ocupó buena parte de las columnas de opinión de la prensa española. Este fin de semana era Luis María Ansón quien analizaba en «El Imparcial» el desarrollo del juicio contra el principal interlocutor de la izquierda abertzale.
Ansón trinaba porque «el etarra Otegui ha confirmado que Zapatero conocía sus planes en 2004». Pues la verdad es que eso no era un secreto para nadie. No sé por qué se escandaliza el vetusto periodista...
Ansón sentencia, además, que aquel tiempo de esperanza le desquiciaba: «Se ofendió a la dignidad nacional en aquellos años hasta el asqueo». En Euskal Herria la inmensa mayoría pensaba lo contrario.
Luego recordaba el atentado contra la T-4 de Barajas y lo explicaba: «Como Zapatero no cumplió con diligencia lo acordado con Eta, la banda terrorista le hizo una caricia en la terminal de Barajas». Ansón defiende la misma tesis que ETA. ¿No es curioso?
Pero lo que le preocupa a Ansón no es la historia, sino el presente y el futuro. Lean, lean: «Tras la atrocidad, Zapatero anunció al pueblo español desde la pantalla de televisión que la negociación había terminado. Mintió descaradamente. Reconoció su mentira meses después en el diario El Mundo. La negociación continuó y, por todos los indicios, no se ha interrumpido». Ahí está el meollo de sus angustias.
Y las elecciones, al fondo: «Ahora asistimos al circo de las declaraciones de Otegui y Eguiguren cuando todos sabemos que las fintas de Eta y Batasuna no tienen otro propósito que las elecciones municipales. Los terroristas necesitan la financiación que se deriva de su control de no pocos ayuntamientos. Eso es todo. Si el Gobierno cede y permite a Eta continuar en las instituciones, la banda, tras las elecciones, endurecerá sus posiciones y seguirá acosando la libertad de los españoles». ¿Por qué los corruptos creen que todo el mundo se corrompe y se financia con el dinero de los ayuntamientos?
Y concluía con una sentencia: «Todos sabemos que así están las cosas, a pesar de las veladuras y los eufemismos. Algunos contamos la realidad, otros la callan o la disimulan». ¡Ojalá fuera como dice Ansón!