Sólo ha sumado un punto lejos de El Sadar en los últimos nueve meses y medio
No hay peor visitante en Europa
Computando las cinco mejores ligas europeas desde el 31 de enero -fecha en la que los rojillos ganaron por última vez fuera de casa-, los de Camacho son de manera destacada la peor escuadra foránea, seguida a cierta distancia por West Ham, Sochaux y Cagliari.
Natxo MATXIN
No hay parangón a la enclenque trayectoria visitante rojilla en el Viejo Continente. Si se pone la vista en los mejores campeonatos europeos no hay ningún conjunto, por mucha diferencia, que aporte números tan malos desde que los de Camacho vencieron a domicilio en un ya muy lejano 31 de enero.
Su raquítico punto -el reciente empate en Riazor- en catorce encuentros ligueros es un caso único y sólo la situación del West Ham -cuatro puntos en trece partidos sin haber ganado fuera de casa desde entonces-, del Sochaux -cinco puntos en trece envites- y del Cagliari -seis de 45 posibles- se asemejan a las cifras navarras, aunque no de manera tan acentuada.
Estas tres escuadras, junto a otra de mayor renombre como el Fulham, último finalista de la Europa League, comparten con Osasuna el dudoso honor de no haber podido ganarle a un contrario en estadio foráneo en estos largos nueve meses y medio de sequía a domicilio.
Para desgracia de nuestro fútbol, en este aciago ránking también asoma la cabeza el Athletic, colocado en la quinta posición y empatado con el Racing en cuanto a media de puntos obtenidos en sus más recientes desplazamientos. Los de Joaquín Caparrós sólo suman una victoria lejos de San Mamés -la obtenida en la primera jornada liguera de la presente campaña- y cuatro empates.
El mayor desequilibrio
Quizás no sea tanta casualidad que precisamente en el mismo torneo se encuentren los equipos que más rentabilidad sacan a sus visitas. Real Madrid, con 2,6 puntos de media, y Barcelona, con 2,46, barren en su propio campeonato. Ni siquiera rivales a nivel continental como el Chelsea (1,71) o Manchester United (1,64) se les acercan. Sólo el Lazio -dos puntos de media- les hace cierta competencia.
Las apisonadoras merengue y culé demuestran, sin ningún género de dudas, la tendencia hacia el progresivo desequilibrio que manda ahora mismo en la competición española.
Bien distinta a la igualdad que reina en otros torneos, como la Bundesliga, donde la diferencia entre el peor visitante, el Colonia -0,61 de media- y el mejor, el Borussia de Dortmund -1,92 puntos- no está tan claramente acentuada.
Se dice que la experiencia es un grado y ésta no les falta a dos ex técnicos rojillos que ven ahora la marcha del equipo desde la distancia de la grada. Miguel Blanco, entrenador hasta en cinco ocasiones durante los sesenta y principios de los setenta, y Pepe Alzate, que ascendió al equipo a Primera al inicio de los ochenta, dan su particular visión a GARA sobre el paupérrimo bagaje visitante.
Como es lógico, en algunas cosas coinciden en el diagnóstico y en otras no, pues cada maestrillo tiene su librillo. Así, Blanco considera que el principal problema rojillo, manifestado más intensamente en sus visitas a otros campos, es que carece de un hombre específico que marque las diferencias de cara al marco contrario.
«Es verdad que el equipo mejora despacio, pero no tenemos un futbolista resolutivo», indica. Ni siquiera la llegada de Leka le anima a pensar lo contrario: «Osasuna necesita ese jugador ya» y al serbio «todavía le queda mucho periodo de aclimatación, aunque ojalá acabe despuntando».
Alzate se inclina más por considerarlo un problema global, derivado de una «mala planificación de la pretemporada, porque no encaja que un equipo del norte se vaya a hacerla a Jerez». Eso sí, concurre con su ex homólogo en que «ahora mismo juega como titular el que menos gol tiene, con las mismas oportunidades Kike Sola hubiera metido más», junto a que «al ariete se le exige un trabajo defensivo que no debería realizar para estar más fresco en los momentos decisivos y los metros finales». N.M.