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CRíTICA cine

» «Cruzando el límite»

 

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Mikel INSAUSTI

Es lamentable cómo “Cruzando el límite” desperdicia un tema candente que daba para mucho más, por culpa de un efectismo pasado de vueltas que anula la carga impactante que el problema del maltrato escolar ya desprende por si mismo. Se parece demasiado a la telemovie “El castigo” realizada por Daniel Calparsoro, con la que comparte su carga coyuntural, extensible a otros programas y reality shows tipo “Generación Ni-Ni” o “Hermano mayor”; si bien el colegio especial que presenta, llamado CIMCA (Centro de Internamiento de Modificación de la Conducta Adolescente), evoca el ambiente represivo de los clásicos del cine inglés encabezados por “If” de Lindsay Anderson. Son demasiados referentes a la vez para un realizador novel, un Xavi Giménez que no consigue mantener en su ópera prima el prestigio que antes había alcanzado en calidad de director de fotografía.

En su obsesión por representar un Guantánamo para adolescentes problemáticos se le ha ido la mano con la utilización de la música a todo volumen como instrumento de tortura, puesto que los sufridos oídos del espectador no tienen la culpa.

“Cruzando el límite” es tan poco original como el título indica, a pesar de que contaba con elementos rompedores para haber sido otra cosa, tal vez una película de terror claustrofóbico o un violento cuento futurista. Son posibilidades genéricas que va abandonando por el camino, sin dejar tampoco espacio para la reflexión, a falta de nuevos datos que aportar al debate.

No crea empatía o identificación alguna con las jóvenes víctimas, por cuanto se trata de niños malcriados que merecen un serio correctivo. Tampoco con los padres, unos nulos educadores que creen que pueden rehabilitar a sus hijos internándolos en instituciones de métodos autoritarios.

Por cierto, el sádico instructor encarnado en este título por Fernando Guillén Cuervo es una ridícula imitación del terrible sargento Hartman de un clásico como “La chaqueta metálica”, inmortalizado de forma incomparable por Lee Ermey a las órdenes del cineasta Stanley Kubrick.

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