La existencia de listas negras en poder de la Policía española no es ninguna novedad. Listas engrosadas por ciudadanos vascos que llevan a cabo su trabajo político o social públicamente o simplemente muestran sus preocupaciones o aspiraciones en esos campos. Algunos de estos ciudadanos, además, saben que sus nombres figuran en esas listas que los sitúan en la diana de la represión, y lo saben porque sus nombres fueron obtenidos en los «interrogatorios» a detenidos en régimen de incomunicación y que posteriormente denunciaron haber sido objeto de torturas y malos tratos. Es el caso de los jóvenes independentistas que ayer comparecieron para denunciar su inquietante situación y, sobre todo, para ratificar el compromiso que adquirieron al suscribir el Acuerdo de Gernika el pasado 25 de setiembre por numerosos agentes políticos, sociales y sindicales.

Ese compromiso, por otro lado, deja en evidencia la manipulación mediática de la que son objeto. Una intoxicación, según sus palabras, que pretende pasar por información, cuando es una mera reproducción del relato elaborado en el Ministerio de Interior español. En menos de un año 50 jóvenes vascos han sido detenidos por la Policía española y han sido presentados por Madrid como contrarios a la estrategia de la izquierda abertzale de avanzar decididamente hacia un escenario sin ningún tipo de violencia o imposición. Sobre esa afirmación -por supuesto sin contrastarla-, gran parte de los medios de comunicación españoles han desarrollado tesis que a su vez intentan justificar y en cualquier caso alimentar la dinámica represiva del Estado español no ya contra actividad armada alguna, sino contra la nueva estrategia independentista vasca; ésa que, paradójicamente, apuesta por métodos exclusivamente pacíficos.

Los jóvenes independentistas se saben objetivo preferente de la represión, pero cuentan con un amplio bagaje tanto en lo referente a su compromiso como a su madurez, y han dado sobradas muestras de ello, conscientes de que el futuro de este país necesita de su aportación.